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Por Daniel Riobóo Buezo 

El deporte, como tantos otros ámbitos de la sociedad, tampoco es inmune al terrorismo. La última prueba, durante el encuentro amistoso entre las selecciones de Francia y Alemania en el Stade de France, donde se escucharon las detonaciones de los atentados que sacudieron a París y que, tras la masacre de la sala Bataclán, hasta ahora han dejado 129 muertos y 250 heridos. Por precaución el presidente francés, François Hollande, que se encontraba en uno de los palcos del estadio, tuvo que ser evacuado. El partido no se suspendió, pero al enterarse de los ataques, los aficionados invadieron el terreno de juego, una escena que proyectaba temor y pánico ante lo que luego sucedió. Tan sólo cuatro días después, los amistosos Bélgica-España de Bruselas y el Alemania-Holanda de Hannover fueron suspendidos por temor a posibles atentados, algo que desgraciadamente ha ocurrido en numerosos eventos deportivos.

 

La masacre de Múnich en los Juegos Olímpicos de 1972

Los Juegos Olímpicos de 1972 siempre serán recordados por el secuestro y posterior asesinato de once miembros del equipo olímpico israelí por un comando del grupo terrorista Septiembre Negro, una facción de la Organización para la Liberación de Palestina. El secuestro pretendía obtener la liberación de más de 200 prisioneros palestinos encarcelados en Israel así como la de los fundadores del grupo terrorista de extrema izquierda alemán Fracción del Ejército Rojo, Andreas Baader y Ulrike Meinhof encarcelados en Alemania. En el fallido intento de rescate por parte de la policía alemana, los rehenes fueron ejecutados y cinco de los ocho terroristas fallecieron en la operación. Los tres terroristas supervivientes fueron liberados tan sólo 53 días después tras el secuestro de un avión de Lufthansa y propició posteriores operaciones de castigo de Israel contra los responsables de la masacre. Los Juegos Olímpicos continuaron tras un día de parón pero el equipo israelí abandonó la competición así como el egipcio temiendo posibles represalias. El episodio del secuestro durante los JJOO lo relata a la perfección la película «Múnich» de Steven Spielberg.

La bomba de los Juegos Olímpicos de Atlanta

24 años después de la tragedia de Múnich, los Juegos Olímpicos volvieron a sufrir el terrorismo en Atlanta, en los días previos al comienzo de los Juegos de 1996. Ocurrió concretamente el 27 de julio, cuando una bomba de fabricación casera explotó en el Parque Olímpico causando dos muertos y 111 heridos. El autor del atentado, el estadounidense Eric Rudolph, fue detenido años después, en 2003 y condenado a cadena perpetua. El motivo de su ataque, su posicionamiento contra del aborto legal en EEUU para lo que buscó la repercusión mediática de los JJOO que pretendía que se cancelaran, algo que afortunadamente no ocurrió.

Nizan Trabelsi, el futbolista vinculado al 11-S

Un caso prácticamente único en el mundo del fútbol fue el del jugador tunecino Nizar Trabelsi quien, tras desarrollar su carrera en Alemania, fue condenado a diez años de prisión por su supuesta colaboración con Al-Qaeda. Trabelsi fue detenido pocos días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 acusado de haber tenido reuniones secretas en Afganistán con Osama Bin Laden y, tras el juicio, fue condenado en 2003.

El ex futbolista tunecino Nizar Trabelsi cumple condena por su pertenencia a Al Qaeda.
El ex futbolista tunecino Nizar Trabelsi cumplió condena por colaborar con Al Qaeda.

El atentado de ETA en las semifinales de la Liga de Campeones 2002

Los acontecimientos deportivos en España tampoco se han librado de la lacra del terrorismo. Unas horas antes de la celebración del partido de vuelta de las semifinales de la Champions League del año 2002 entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, un coche bomba estalló en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu. La explosión causó diez heridos leves y daños materiales considerables pero no provocó la suspensión del encuentro, el objetivo que buscaba la banda terrorista ETA. 

Afortunadamente el coche bomba de ETA no causó víctimas mortales.
Afortunadamente el coche bomba de ETA no causó víctimas mortales.

El asesinato de deportistas en Irak

La intolerancia religiosa también vivió un episodio lamentable en mayo del año 2006 con el asesinato del entrenador del equipo nacional  de Copa Davis de tenis Hussain Rasheed y los jugadores Nasir Al Hatam y Wissam Adel Auda, abatidos en Bagdad por extremistas suníes porque iban vestidos con pantalones cortos y trajes de tenis. Pocos días después trece miembros del equipo iraquí de taekwondo fueron asesinados cuando se dirigían a Jordania.

El maratón de Sri Lanka en 2008

El 6 de abril de 2008, un suicida detonó un dispositivo en el comienzo de la maratón de Sri Lanka en la localidad de Waliweriaya, acabando con la vida de 15 personas, entre ellas el ministro Jeyaraj Fernandopulle. El ataque, atribuido al grupo rebelde de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam, también dejó un centenar de heridos.

Novento muertos durante un partido de voleibol en Pakistán

El uno de enero de 2010 tuvo el peor comienzo posible en Pakistán durante un partido de voleibol. La pequeña localidad del distrito de Lakki Marwat sufrió un atentado en plena cancha con el partido en juego al estrellar un suicida su coche con un explosivo que causó 90 muertos. 

El atentado contra la selección de Togo

También 2010 la selección de fútbol de Togo sufrió las consecuencias del terrorismo cuando se dirigía a disputar la Copa de África en Angola. Poco después de cruzar la frontera terrestre en la región de Cabinda, el autobús de la selección comandada por Emmanuel Adebayor fue ametrallado muriendo tres personas de la delegación y resultando heridos dos futbolistas. El atentado fue reivindicado por Las Fuerzas de Liberación del Estado de Cabinda, un grupo armado que lucha por la independencia de esta región angoleña. Tras el ametrallamiento y todavía en estado de shock, los jugadores renunciaron a participar en la competición.

Tras sufrir un atentado, la selección de Togo declinó participar en la Copa de África 2010.
Tras sufrir un atentado, la selección de Togo se retiró de la Copa de África 2010.

Un coche bomba en pleno campo de fútbol

Pocos meses después, el fútbol volvió a vivir una tragedia ya que el 14 de mayo de 2010 al menos 25 personas murieron y más de cien resultaron heridas en un ataque de un suicida en un campo de fútbol de la localidad de Tel Afar, en el norte de Irak. El terrorista irrumpió en el terreno de juego con un coche bomba cargado de explosivos.

La tragedia del estadio de Puerto Saíd en Egipto

El 1 de febrero de 2012 tras finalizar el partido por el campeonato egipcio entre el equipo local Al-Masry y el visitante Al-Ahly con 3-1 para el equipo local, aficionados de este ingresaron al terreno de juego para perseguir a los jugadores e hinchas del Al-Ahly arrojando piedras, botellas y amenazando con cuchillos. El hecho provocó la muerte de 74 personas y cerca de mil más resultaron heridas. Si bien no puede catalogarse como un acto terrorista, el origen de los altercados tuvo componente político, ya que Al Ahly se proclamaba como firme defensor de la Primavera Árabe mientras que Al Masry ha mostraba su apoyo incondicional al régimen del ex-presidente Mubarak en Egipto. A raíz de la tragedia las autoridades del país decidieron suspender indefinidamente todos los partidos de la liga.

 

El atentado en el maratón de Boston de 2013

El 15 de abril de 2013, el mundialmente célebre Maratón de Boston sufrió un baño de sangre al explotar dos bombas escondidas en ollas a presión  que explotaron muy cerca de la línea de meta causando tres muertos y más de 200 heridos. Los responsables, Tamerlán y Dzhojar Tsarnáev, dos hermanos chechenos residentes en Estados Unidos que cuatro días después fueron identificados tras robar en un establecimiento y asesinar a un guardia de seguridad. El primero falleció en el enfrentamiento con la policía mientras que el segundo, tras conseguir huir en un primer momento, fue detenido al día siguiente. Las explosiones del maratón también provocaron la suspensión del partido de la NBA entre Boston Celtics e Indiana Pacers.

La solidaridad y la valentía ante las amenazas terroristas

Desgraciadamente, todavía ha habido más tragedias en otros deportes como el críquet, sin olvidar la suspensión del Rally Paris-Dakar en 2008 antes las numerosas amenazas de Al Qaeda, lo que provocó que la organización lo trasladara desde entonces a Sudamérica.

Y es que el terrorismo islámico condena la práctica del deporte, un ejemplo más del fanatismo intolerante que guía su perversión del islam y su negación de las libertades básicas. Por ello, para demostrar que el terrorismo no va a ser capaz de amedrentar al deporte, nada mejor que gestos como el de la afición inglesa en Wembley cantando la Marsellesa y la unión de las selecciones de Inglaterra y Francia. Un gesto simbólico que dice mucho y que debe servir de ejemplo en la unión contra el terrorismo y por la defensa de la paz y la libertad.

-La violencia de los aficionados radicales en el fútbol

-La lucha contra el racismo en el deporte, los gestos que hicieron historia

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