Gavi, con la renovación atascada en el Barça, sigue apuntalando su puesto en la selección
Por DEPORADICTOS Seguir a @Deporadictos
Pablo Martín Páez Gavira, conocido deportivamente como Gavi, se ha convertido con tan sólo dieciocho años en una de las figuras indispensables de la selección española de fútbol. El azulgrana volvió a dejar claro en la Nations League, frente a Portugal y República Checa, que Luis Enrique sigue acertando de lleno cada vez que lo incluye en la convocatoria. Lo confirmó la grada del Benito Villamarín en la recta final del partido a golpe de una aclamación espectacular, cuando el joven futbolista, después de haber sido el mejor de la noche, fue sustituido como consecuencia de un golpe en el gemelo.
Todavía con cierta apariencia de juvenil, Gavi firmó la semana pasada su sexta internacionalidad con la absoluta, precisamente en el Benito Villamarín, en el terreno de juego en el que estuvo formándose hasta los once años, justo antes de fichar por el Fútbol Club Barcelona. Entre la afición, el cariño de sus seres queridos acabó contagiando a todo el estadio, incluso al seleccionador nacional, que no dudó en darle un abrazo al jugador de Los Palacios cuando este salió del campo.
Echando la vista atrás, Gavi es posiblemente una de las apuestas más controvertidas de Luis Enrique, a quien se le calificó en su momento de superficial y de extravagante, e incluso se le culpó de haber convocado al jugador sólo por ser el representado de Iván de la Peña, que a su vez es amigo íntimo del técnico asturiano. Lejos de amiguismos y especulaciones inconsistentes, lo que está claro a día de hoy es que el acierto de vestir a Gavi de rojo ha sido impecable. Lo avalan no sólo su velocidad y contundencia en el juego defensivo, sino también sus habilidades en el ataque, donde se desenvuelve como pez en el agua jugando de interior, siendo capaz de aportar circulación entre líneas, desborde y asistencias. Su olfato goleador y perfil ambidiestro se encargan de todo lo demás. Son pocos los casos que reúnen este potencial a una edad tan temprana.
Aunque es cierto que todavía sigue despertando sorpresa entre algunos aficionados, con el hecho de que Gavi tenga un hueco en la línea de medios del combinado español, las dudas sobre su juego no son las mismas de hace nueve meses cuando debutó contra Italia en la semifinal de la Liga de las Naciones. La incertidumbre se apoderó en aquel entonces del público más escéptico, y es que el futbolista palaciego tan sólo había acumulado dos titularidades con el Barcelona y doscientos minutos en primera división. Tal vez fueran cifras algo escasas para una ocasión tan señalada, pero lo cierto es que el jugador selló un partido impecable. Estuvo fino Luis Enrique al confiar en Gavi. El seleccionador declaró en aquellas fechas que los cuatro momentos puntuales en los que había visto competir al palaciego fueron más que suficientes para incluirlo en el once inicial. En este sentido, el exentrenador del Barcelona hizo de visionario, teniendo incluso en contra los pronósticos de las casas de apuestas nuevas, donde no se esperaba que la evolución del menor de edad fuera a ser tan meteórica.
La escalada del joven futbolista ha sido espectacular. En cuestión de meses pasó de jugar en la Primera RFEF con el Barça B a ser titular en tres encuentros con la primera plantilla y a saltar al césped con el combinado español. A día de hoy, con diecisiete años y vistiendo la camiseta blaugrana, ya ha jugado 34 partidos de liga, 6 de Champions, 1 de Supercopa y 6 de Europa League. El desparpajo y la madurez que sigue demostrando el jugador no deja de sorprender partido tras partido, precisamente en una competición tan exigente como la española. Todavía está fresco en la memoria de los aficionados el día de su debut, en el que Gavi se vio en la obligación de abordar el marcaje de Marco Verratti, uno de sus jugadores favoritos de la infancia. El de Los Palacios no sólo no se amilanó frente al italiano, sino que además llegó a eclipsarlo en algunos tramos del partido en los que dejó claro que a su corta edad es todo un portento físico. Este alarde de contundencia es posiblemente una de sus características más notorias, como volvió a confirmar en el último encuentro de la Roja frente a Portugal, donde no tuvo reparo a la hora de medirse cuerpo a cuerpo con Pepe.
A pesar de la progresión que viene demostrando el canterano del Barça, la renovación con su equipo no termina de salir a flote, y es que, como afirma Luis Enrique, estamos ante un jugador que lamentablemente sigue siendo un desconocido con el balón en los pies, al margen de su gran capacidad de entrega en labores defensivas. Sea como sea, Gavi ha conseguido instalarse en la selección española por mérito propio, arropado además por sus compañeros del Barcelona, con quienes sigue creciendo a las órdenes del técnico asturiano.