Razones para invertir en el ciclismo
Por Luis Murillo Arias Seguir a @lmurilloarias
Cuando todavía estamos lamentándonos por la oportunidad perdida de ganar el Mundial de ciclismo en ruta en Florencia, reconfortados, eso sí, por la victoria del Purito en Lombardía, el deporte de la bicicleta vuelve a estar de actualidad una vez más por la penurias económicas. Los ciclistas de Euskaltel Euskadi están acostumbrados a las curvas de la carretera cuando suben puertos de montaña, pero en las últimas fechas, su futuro laboral ha sufrido varios giros y recontragiros. Primero supieron que se tendrían que buscar equipo a final de temporada puesto que Euskaltel no podía afrontar el patrocinio del equipo. Mientras corrían la Vuelta a España llegaron un día a meta encontrándose con la noticia de que Fernando Alonso iba a salvar sus contratos, para más adelante lamerse las heridas al haberse roto el acuerdo. Eso hizo que se reanudaran las tareas a la búsqueda de un patrocinador en modo contrarreloj, una especialidad en la que nunca rodaron destacados los ciclistas de la escuadra naranja. El equipo vasco necesita 400.000 euros para poder seguir con el proyecto. Todos los contactos que han mantenido hasta ahora con diferentes empresas han sido infructuosos, según ha comentado el responsable de la Fundación Ciclista Euskadi Miguel Madariaga. Otra solución sería aumentar en 1200 en número de socios, pero el cometido se presenta complicado.
El Caso Armstrong, un punto de inflexión para las marcas
Indudablemente la crisis económica tiene que ver con la falta de patrocinadores para el ciclismo en España, un país que, mientras no se demuestre lo contrario, tendrá un solo equipo UCI Pro Tour la temporada que viene. En los tiempos dorados hasta cuatro escuadras españolas corrían la carrera gala. Pero no sólo es culpa del momento económico español y europeo, sino también de ciertos «errores» que ha cometido el ciclismo relacionados con el dopaje, algunos directamente vinculados a nuestro país como la Operación Puerto. En cualquier caso, el verdadero momento clave fue el reconocimiento del norteamericano Lance Armstrong en el programa de Oprah de que se había dopado sistemáticamente. Ipso facto, varios de sus patocinadores como Trek, Nike y Oakley le retiraron el saludo y, lo más importante, la pasta.
Pero el ciclista de Texas no fue el único damnificado. Su confesión, unida a varios escándalos en el propio equipo, hicieron que Rabobank se retirase del ciclismo hasta nueva orden, deporte en el que llevaba presente desde 1984. Bert Bruggink, miembro de la junta directiva del banco holandés, dijo en su momento: “ya no estamos convencidos de que el mundo del ciclismo profesional internacional pueda hacer de este deporte un lugar limpio y justo. No estamos seguros de que esto vaya a cambiar para mejor en un futuro previsible”.
Son sólo algunos ejemplos de cómo algunas marcas, que patrocinaron el ciclismo por ver unida su imagen a la cultura del esfuerzo, a la vida sana y al deporte limpio, han decidido apartarse de la bicicleta para colocar su presupuesto en márketing e imagen en otros campos, deportes o espectáculos.
La pasada vuelta a España, ejemplo de que el retorno que el ciclismo provoca es innegable
Pese a todo, la popularidad del ciclismo va en aumento. Ello lo demuestran las audiencias de la pasada Vuelta a España y la gente que se fue reuniendo en cada uno de sus finales para ver la llegada, ya fuera en alto, en un puerto de alta categoría o en una meta en plano. A ello ha contribuido la imaginación y el buen hacer de los organizadores de la carrera española, no sólo en la promoción de la misma sino también en el diseño del recorrido. La rentabilidad de este deporte se mide también en términos geográficos y turísticos. Durante la edición de la Vuelta se pudieron ver por televisión las grandezas y diversidad de la geografía española. Se vieron playas, montañas y monumentos, imágenes que llegaron a todas las partes del mundo. Por ejemplo, algunos hoteles en Galicia recibieron llamadas desde el extranjeros preguntando por las playas que habían aparecido en la etapa de Fisterra.
Argumentos para invertir en el ciclismo si eres una marca
A pesar del problema que ha supuesto el dopaje y de la crisis económica, queremos romper una lanza a favor del ciclismo como deporte de interés para las marcas. Muchas lo ven así y piensan que sigue teniendo un potencial tremendo en el ámbito del márketing y la publicidad. Existen varias razones para no cambiar de opinión:
– No se cobra entrada a los espectadores que acuden a verlo en directo, lo que provoca que las grandes carreras tengan un amplio seguimiento a pie de carretera.
– Las carreras suelen ser bastante largas, entre cinco y siete horas, lo que garantiza entre dos y tres de retransmisión televisiva, con la correspondiente presencia de las marcas en antena.
– En los casos en los que hay ciclistas escapados, sobre todo, se produce una gran notoriedad de la marca.
– La publicidad integrada en los coches que dan apoyo a los equipos, en las vallas de los últimos kilómetros, en las pancartas que indican cuántos kilómetros quedan.
– Las llegadas a meta, la notoriedad del ganador de la etapa, la entrega de premios y puesta de maillots.
– Los nombres de los equipos son el nombres de la marca que los patrocina, con la consiguiente mención constante de los mismos en los diferentes medios de comunicación.
– Existen practicamente diez meses de competición en los que se estará hablando todo el tiempo de la marca.
Esperamos, sinceramente, que el ciclismo vueva a ser un deporte con gran interés comercial, puesto que el de los aficionados ya lo posee como lo demuestra la afluencia de público. Que volvamos a tener varios equipos españoles compitiendo en el Tour de Francia, en las clásicas y en la principales vueltas, como cuando éramos importantes. Desde aquí sólo hemos querido añadir un pequeño grano de arena a la consecución del objetivo.
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