El efecto del Ébola y otras enfermedades epidémicas en el deporte
Por Luis Murillo Arias Seguir a @lmurilloarias
El mundo está temblando por culpa del Ébola, que cuando estaba en esos países de África no importaba tanto, pero una vez que ha llegado al mundo occidental, con dos casos de contagio en España y Estados Unidos, la cosa cambia. Crisis sanitaria, crisis política y hasta crisis bursátil. Mucho más importante, sin duda, que la crisis humanitaria que lleva meses sucediendo en el continente negro.
Y si el Ébola afecta a la política y a la economía, el deporte no podía quedarse atrás. En los últimos días, con la disputa de partidos de fútbol de selecciones por todo el mundo, se ha puesto la voz de alarma. El Rayo Vallecano “sugería” a su futbolista guineano Lass que no se concentrara con los jugadores de su selección. En el club y entre sus compañeros, había miedo a la enfermedad. Y Lass hizo caso. Otra cosa es cómo se lo hayan tomado en Guinea.
Además, otros tres equipos españoles están preocupados porque varios de sus futbolistas han disputado partidos en África. Son los casos de Ondoa (Barcelona B), M’Bia (Sevilla) y Loe (Osasuna), que han jugado con su selección (Camerún), contra Sierra Leona, país en el que hay uno de los focos más importantes del brote. Por otro lado, el congolés, Cédrick, de Osasuna, también es mirado con lupa.
Además, Marruecos, país organizador de la próxima Copa de África a disputar a comienzos de 2015, ha pedido que se cancele el campeonato por miedo a la llegada de selecciones de los países centroafricanos más afectados por la epidemia. Pero la Federación Africana de Fútbol ha hecho oídos sordos y la competición se disputará según estaba previsto. Quién sabe si también podría estar en peligro el mundialito de clubes que se va a disputar en diciembre.
Algunos médicos especialistas en enfermedades infecciosas han señalado que, sin duda, los eventos deportivos, pueden ser fuentes de contagio del virus. En Sierra Leona y Liberia, por ejemplo, se han suspendido los partidos de fútbol para evitar contagios. Y, por otro lado, la selección de Seychelles decidió quedar eliminada de la Copa de África al no comparecer en su eliminatoria contra Sierra Leona.
Además, Michael Essien, el ex jugador ghanés del Chelsea y del Real Madrid, actualmente en el Milan italiano, ha tenido que salir a desmentir públicamente en sus redes sociales y a través de la web del club, que estuviera infectado por el virus. El bulo se había propagado como la pólvora por los cauces sociales de la red y en algunos medios de comunicación.
Se trata de la epidemia de Ébola más mortífera de la historia, un virus que fue descubierto por primera vez en 1976 en una aldea cercana al río Ébola (de ahí el nombre), en la República Democrática de El Congo.
Pero el Ébola no es la única epidemia sanitaria existente en la sociedad, que ha afectado de una u otra manera al deporte. Hemos tenido Gripe A, Fiebre Aftosa, SARS, SIDA y Gripe Aviar, aparte de la Malaria, por supuesto.
GRIPE A
El H1N1, más conocido como virus de la Gripe A o Influenza hizo saltar la alarmas mundiales y extremar las medidas de seguridad en los aeropuertos allá por 2009.
La epidemia llegó al deporte en forma de contagio, pues varios profesionales fueron infectados. El primer caso fue el de cuatro jugadores del Mónaco diagnosticados tras un partido disputado en Vichy en junio de 2009. El club informó del hecho, pero no dio los nombres de los afectados para preservar su intimidad. Se canceló un partido amistoso a disputar contra el Clermont.
Además, siguiendo en la Ligue 1, el clásico entre el PSG y el Olympique de Marsella se pospuso por miedo a la enfermedad.
El futbolista estandarte de Estados Unidos, Landon Donovan, contrajo el virus a su regreso de un partido disputado en el Estadio Azteca contra la selección de México.
Por otro lado, el campeonato de liga checo suspendió un partido entre el FK Teplice y el Viktoria Plzen, ya que un brote dentro del vestuario del equipo local le había dejado con menos de 10 efectivos sanos.
En la Bundesliga, el Hoffenheim informó de que los jugadores Marvin Compper y Demba Ba estaban en cuarentena por haber contraído la Gripe A.
En Bélgica, los futbolistas de los tres principales equipos (Brujas, Anderlecht y Standard de Lieja) fueron vacunados contra el virus H1N1. Este hecho causó una gran controversia social, porque en un principio, el fútbol no era considerado como una actividad de riesgo para contraer la enfermedad.
En La Copa Libertadores, el futbolista Héctor Reinoso fue sancionado por escupir a Sebastián Penco y, después, amenazarle con contagiarle el virus.
FIEBRE AFTOSA
Años antes de que nos alarmáramos por la Gripe A lo hicimos por la Fiebre Aftosa. Era 2001 y esta enfermedad que provoca ampollas y bultos en pies, manos y boca tuvo su incidencia en el deporte: la liga irlandesa de fútbol suspendió dos jornadas de competición de todos sus equipos, así como el partido de la Copa Seis Naciones de rugby entre Gales e Irlanda.
SÍNDROME RESPIRATORIO AGUDO SEVERO
Mas conocido como SARS, este virus fue identificado en humanos en la provincia de Guangdong, en China, y alarmó al mundo especialmente durante 2003. Al iniciarse el brote en Asia, las principales consecuencias para el deporte se produjeron en el continente oriental.
Tailandia, por ejemplo, suspendió el Torneo Internacional de Fútbol sub 23 y, además, las autoridades tailandesas pidieron a la Federación de Fútbol de Vietnam que se abstuviera de enviar a Tailandia a un equipo de fútbol femenino que iba a hacer gira por la región.
Además, también se suspendieron algunos partidos clasificatorios para los JJOO de 2004 en Atenas y el Aston Villa inglés canceló un viaje que tenía programado a Asia.
SIDA
Uno de los virus que más miedo han dado y siguen dando al mundo es el de Inmunodeficiencia Humana (VIH), el virus del SIDA. Esta enfermedad afectó directamente el deporte cuando en 1991, la estrella de la NBA Magic Johnson hizo público que estaba infectado y anunció su retiro para someterse a tratamiento. Posteriormente, pudo seguir jugando al baloncesto e incluso formó parte del dream team que maravilló en los JJOO de Barcelona de 1992. Tras retirarse del baloncesto, se dedicó a concienciar a los niños para prevenir la enfermedad.
Otro de los deportistas contagiados es el clavadista Greg Louganis, que anunció su enfermedad en 1995 y confesó que ya estaba enfermó cuando consiguió sus medallas olímpicas en los JJOO de Seúl de 1988. Igualmente hizo pública su enfermedad. También se dedicó a dar charlas para concienciar a la sociedad.
En Perú, por ejemplo, contrajo el virus el jugador peruano Eduardo Esidio Edu, que lo anunció en 1988. Había sido máximo goleador de la Liga peruana con 37 goles, récord que aún sigue vigente.
Otros contagiados son el ex jugador de Hockey sobre hielo Bill Goldsworthy y el jugador de beisbol Glenn Burke.
El SIDA, además, se ha cobrado la vida de varios deportistas como el tenista Arthur Ashe, fallecido en febrero de 1993, el boxeador Esteban de Jesús (1989), los jugadores de béisbol Allan Wiggins (1991), el ex patinador John Curry (1994), el jugador de baloncesto Chad Kinch (1994), el piloto de stockcar Tim Richmond (1989), el jugador de fútbol americano Jerry Smith (1986) o el atleta Thomas Waddell (1987).
GRIPE AVIAR
La mayoría de los virus de la gripe aviar no afectan al ser humano, pero algunos, como el H5N1 y H7N9, pueden provocar en las personas enfermedades graves y mortales.
En 2006 estos virus preocuparon al mundo al aparecer un brote en el estado mexicano de Chiapas.
En 2006, la Federación Alemana de Fútbol se planteó suspender el Mundial si aparecía un acaso humano en Europa. Esto no sucedió, como sabemos, al final.
Tres años después, en 2009, la Federación Mexicana de Fútbol realizó dos partidos a puerta cerrada para evitar contagios: El Pumas-Guadalajara y el América-Tecos.
MALARIA
Esta enfermedad, cuyo virus los transmiten los mosquitos, no afecta, como las demás, en forma de pandemia en un momento especial, sino que el peligro está siempre en los países tropicales. Por eso, se han dado casos de futbolistas que jugaban en equipos europeos que, al ir a jugar partidos con sus selecciones, como ha sucedido en la pasada semana, contraen el virus y algunos han llegado a estar muy graves, incluso pagándolo con la muerte.
Ese fue el caso en julio de 2013 del jugador nacido en Brasil, pero nacionalizado por Guinea Ecuatorial para disputar partidos con esa selección, Claudiney Ramos ‘Rincón’. En un viaje para disputar un partido internacional, contrajo el virus y poco tiempo después falleció.
El marfileño Kolo Touré estuvo a punto de no disputar el Mundial de Brasil al enfermar de malaria antes del verano. Algo parecido le pasó a su compatriota Didier Drogba y al ex madridista Adebayor. El ex jugador camerunés de Osasuna y Espanyol Pierre Webó también padeció esta enfermedad en 2006.
Las reuniones de gente, y los eventos deportivos lo son, constituyen un foco de contagio en caso de pandemia. Muy especialmente si se trata de deportes de contacto, como es el fútbol, o competiciones internacionales, al venir deportistas y espectadores de diferentes parte del mundo, provocando la expansión de enfermedades. Lo importante, por encima del deporte, es la vida y a ella debemos aferrarnos si ello supone perdernos nuestras competiciones deportivas favoritas, sea como practicantes o como espectadores
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