La economía del deporte en España
Por Daniel Riobóo Buezo Seguir a @danirioboo
Diariamente los medios y webs especializadas hablamos del deporte en función de las grandes competiciones que prácticamente paralizan al mundo, de los partidos que arrastran masas y de las actuaciones de las estrellas del deporte que mueven millones de seguidores y los han convertido en iconos planetarios por encima incluso de los actores y cantantes más célebres.
Con frecuencia también reseñamos los beneficios del deporte para nuestra salud y bienestar físico y mental. Menos de lo que deberíamos lo hacemos de las maravillosas historias de superación de héroes anónimos que normalmente no ocupan portadas pero que logran hazañas tanto o más admirables que las de las propias estrellas. Y, también hay que decirlo, reflejamos escasamente la incidencia económica del deporte o de lo que significa la industria deportiva en un país, como por ejemplo España.
La importancia económica del deporte y el emprendimiento
Pero esta repercusión económica no es nada desdeñable. En España el mercado deportivo aporta el 2,4% del Producto Interior Bruto, más de 24 mil millones de euros, en una industria más importadora que exportadora (las importaciones suponen un 60% más que las exportaciones). Pero en la economía del deporte no sólo se incluyen la fabricación de equipación y las ventas de las tiendas de deporte o los ingresos de los eventos y clubes deportivos. En ella también están comprendidos otros factores como el turismo deportivo o la actividad de los gimnasios y de los diversos centros deportivos.
Otro aspecto que cada vez está cobrando más fuerza en el sector es el emprendimiento, ya que en un país tan aficionado al deporte como España, hay multitud de posibilidades y nuevas iniciativas para comercializar servicios o artículos relacionados con el deporte, en muchos casos desde el mundo digital. En este sentido es fundamental saber posicionar nuestra tienda en la liga del ecommerce dotándola de un amplio catálogo y un diseño atractivo ya que la competencia es feroz y quien consigue una adecuada repercusión y notoriedad en la red tiene mucho ganado para poder cuadrar sus números tras la inversión inicial y entrar pronto en senda de los beneficios. Además, las aplicaciones para móviles y los wearables (complementos de vestir conectados para monitorizar nuestro rendimiento) son un nuevo nicho de mercado de gran crecimiento.
Los éxitos de los deportistas y clubes españoles tiran del carro
Los éxitos en los últimos años del fútbol y baloncesto de selección y clubes españoles unidos a los de estrellas individuales como Rafa Nadal, Fernando Alonso, Marc Márquez, Mireia Belmonte o Alberto Contador, entre otros, han llenado de orgullo y arrastrado a más ciudadanos hacia la práctica deportiva además de aportar un valor intangible a la marca España. Hoy, según datos del Consejo Superior de deportes, más de tres millones y medio de españoles tienen licencia de alguna federación deportiva, existen 65.458 clubes deportivos y prácticamente el 50% de la población hace deporte semanalmente. Estos hábitos hacen girar la rueda económica del sector ya que, para practicarlo, nos equipamos adecuadamente, acudimos a gimnasios, nos apuntamos a competiciones y, por supuesto, pagamos religiosamente por ver en vivo a nuestros deportistas y equipos favoritos en donde destacan los grandes clubes de fútbol como motores económicos. Y es que es importante destacar que España es la tercera «potencia mundial» por ingresos de sus grandes clubes de fútbol ya que tan sólo entre Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid ingresan casi 14oo millones de euros al año.
Las cifras de la economía del deporte en España
Para comprender mejor la repercusión económica del deporte en España, el anuario de Estadísticas Deportivas Nacionales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) nos brinda una radiografía nítida con numerosos datos. La población activa vinculada al deporte ascendió en 2015 a 184 mil personas, lo que supone un 1% del empleo total del país mientras las empresas ascienden a 31.139 entre las que no se incluyen firmas con actividades directamente relacionadas con el deporte como las publicitarias, las de seguridad o las de hostelería en entornos deportivos como bares y restaurantes en los estadios o los hoteles de las estaciones de esquí. La mayor parte de ellas, el 77,1%, se dedican a actividades deportivas como la gestión de instalaciones, las actividades de los clubs deportivos o las de los gimnasios. Tan sólo un 0,7% se dedica principalmente a la fabricación de artículos de deporte mientras las dedicadas al comercio al por menor de artículos deportivos en establecimientos especializados suponen un 22,3% del total. En cuanto a la «balanza comercial deportiva», es claramente deficitaria. En 2015 el valor de las exportaciones de los bienes vinculados al deporte analizados se situó en 823 millones de euros frente a unas importaciones de 1.524,3 millones de euros.
Otro dato interesante es el del gasto de los hogares vinculado al deporte y que, según el Instituto Nacional de Estadística, en 2014 fue de 4.211,4 millones de euros, cifra que representa el 0,9% de su gasto total en bienes y servicios. El gasto medio por hogar en los bienes y servicios vinculados al deporte fue en 2014 de 230,1 euros, y el gasto medio por persona se situó en 91,6 euros, un 74,9% destinado a servicios recreativos y deportivos mientras el 14,6% se destina a equipación y el 7,5% a las bicicletas, de las que se venden más de un millón al año, En comparación con el gasto privado, el gasto público en deporte es aún discreto. Según el anuario de Estadísticas deportivas nacionales, en 2014 el gasto liquidado por la Administración General del Estado se situó en 128 millones de euros y por la Administración Autonómica en 324 millones, cifras que suponen, en relación al PIB, tan solo el 0,01% y el 0,03% respectivamente, lo que hace preguntarse si las distintas administraciones deberían apostar más por una industria emergente como la deportiva.
El auge del turismo deportivo
En los últimos años otro factor reseñable en la industria deportiva es la cada vez mayor pujanza del turismo deportivo. Para comprobar su auge sólo hay que prestar atención a un par de datos. Según la encuesta de Gasto Turístico (EGATUR) desarrollada por el Instituto de Estudios Turísticos, las entradas de turistas internacionales que realizaron actividades deportivas en 2014 se estiman en 10,576 millones con un gasto total asociado de 11.483 millones de euros. Dentro del sector, el deporte de aventura, también conocido como turismo activo, no para de crecer en España y hoy en día hay ya más de 4.000 empresas con más de 16 mil trabajadores.
Un último dato revelador de la importancia del turismo deportivo es que, entre los cinco museos más visitados de España, se encuentran el Tour y Museo del FC Barcelona y El Tour del Bernabéu del Real Madrid con los que sólo El Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza pueden competir. Si tenemos en cuenta que sus entradas cuestan 23 euros en el caso del FC Barcelona y 20 en el del Real Madrid y tienen cerca de un millón de visitantes anuales, sólo hay que saber multiplicar para hacerse una idea de los ingresos que generan a ambos clubes.
Todos estos datos sirven para confirmar que el deporte, en sus múltiples aspectos, goza de una salud económica robusta en España y que, convenientemente apoyado desde las administraciones públicas, tiene un potencial de crecimiento que debería tenerse aún más en cuenta.
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