Muay Thai, el deporte nacional de Tailandia
Por Daniel Riobóo Buezo Seguir a @danirioboo
Cuando se está viajando o viviendo una temporada en un país diferente siempre es aconsejable asistir a espectáculos locales para empaparse un poco más de la cultura local. En el caso del sudeste asiático, y más concretamente en Tailandia, es muy recomendable ir a ver una velada de Muay Thai. Si bien el fútbol cada vez le come más el terreno, el Muay Thai sigue siendo allí el deporte nacional. También conocido como boxeo tailandés, es un arte marcial practicado en todo el país en donde está permitido golpear al rival con las “ocho extremidades”: brazos, piernas, rodillas y codos, aunque estos últimos se utilizan principalmente para inmovilizar al oponente.
El Muay Thai también tiene artes marciales “hermanas” en el sudeste asiático como el Prodal o Khmer Boxing en Camboya, el Tomoy en Malasia, el Lethwei en Birmania y el Muay Lao de Laos pero ninguno es comparable en pujanza y repercusión internacional. Como muestra pudimos ver colas para entrar al estadio de Ratchadamnoen, el segundo en importancia de Bangkok y por tanto del país, ya que la capital aglutina a una cuarta parte de la población. Pero vayamos por partes. Para empezar los extranjeros deberemos pagar la “tasa turística”, es decir, un precio cuatro veces superior al de los tailandeses. ¿Un abuso? Muy probablemente. ¿Evitable? Difícilmente ya que, aunque se intente evitar a los vendedores para turistas para intentarlo en las taquillas para tailandeses te enviarán sin remedio a las destinadas a los paganinis. Hay entradas de 1.000, 1500 y 2000 bahts (redondeando 25, 38 y 50 euros) según la cercanía al ring y en las entradas más caras lo más habitual es ver a visitantes occidentales a los que les han colado la turistada.
Siempre que se acude a un deporte que no conoces demasiado es más que recomendable hacerlo con alguien que te pueda explicar las reglas para contextualizarlo. En nuestro caso tuvimos suerte ya que dos luchadores mexicanos de Muay Thai nos aleccionaron sobre el tema, algo que siempre es de agradecer. Elías Cervantes es peso medio y lleva ocho años practicándolo mientras Mario Meléndez es peso crucero y lleva año y medio en este arte marcial milenario y se encontraban en Bangkok aprendiendo de los mejores maestros y entrenando ocho horas diarias junto a los luchadores locales. Aún así, y pese a competir en el incipiente circuito mexicano de Muay Thai, estos dos regiomontanos aseguran que su nivel está muy lejos del de los tailandeses y a los extranjeros no se les permite normalmente combatir en los dos grandes estadios de la capital salvo que lo hagan entre ellos por lo que mayoritariamente lo hacen en artes marciales similares como el K1 y o el Kick boxing. Su caso no es aislado ya que numerosos extranjeros acuden a los campos de entrenamiento en Tailandia, desde principiantes hasta practicantes avanzados.
Las reglas del boxeo tailandés no son demasiado complicadas. Está permitido el golpeo con pies y piernas, con los brazos con sus obligatorios guantes, los codos y las rodillas mientras está prohibido golpear con la cabeza o hacer llaves desde el suelo. Los combates se disputan a cinco asaltos de tres minutos cada uno y el ganador se decide casi siempre a los puntos, ya que no es demasiado frecuente que haya KO´s. Un árbitro en el ring separa a los luchadores ante cualquier irregularidad o puede llegar a parar la pelea si ésta es demasiado desequilibrada. En el caso de que no sea así, al final del combate los tres jueces que lo puntúan comunican su decisión al árbitro aunque no siempre fue así ya que en el pasado no había limite de tiempo y los combates duraban hasta que uno de los dos luchadores caía noqueado.
Breve historia del Muay Thai
Hoy en día el Muay Thai se ha convertido en un símbolo nacional de la historia y la identidad del Reino de Tailandia pero sus raíces están en el Muay Boran, el “Boxeo Ancestral” practicado en países del Sudeste Asiático desde hace unos 2.000 años y con origen militar. En un principio los luchadores no utilizaban guantes o calzado y, en vez de un cuadrilátero, se combatía en un círculo rodeado de espectadores y las peleas duraban hasta que uno de los dos competidores no podía continuar.
Este arte marcial se desarrolló en gran medida porque Tailandia se hallaba constantemente en conflicto bélico con reinos vecinos como Birmania y Camboya promoviendo la utilización del cuerpo como un arma en situaciones de combate a distancia corta y las técnicas de lucha con las extremidades fueron desarrollándose poco a poco para llegar incluso a ser considerado como parte del currículum real para poder aspirar al trono. Durante los siguientes siglos continuó evolucionando y durante el reinado del rey Narai (1604-1690) se convirtió en deporte profesional con un cuadrilátero ya delimitado, aunque las reglas seguían siendo simples: pelear hasta que uno quedara de pie o hasta que uno de los dos se rindiera. Tampoco había todavía limitaciones en cuanto a peso, estatura o edad y las aldeas competían entre ellas con apuestas de por medio.
El deporte siguió modernizándose paulatinamente y en los últimos 100 años se han producido cambios en el reglamento y en las costumbres dando lugar primero al Muay Thai Samaymai, que ya adoptaba los guantes (en 1929), el protector dental, la división por pesos (desde 1945) u otros elementos como la música y el cronómetro. Más recientemente surgió el Muay Thai profesional en el que ya se pelea por una bolsa surgiendo la figura del promotor en una velada con varios combates donde el público apuesta y se diferencian dos rincones: uno azul y otro rojo.
El Muay Thai se considera un deporte extremo y en algunos países se considera ilegal aunque curiosamente se trata de uno de los deportes de contacto más extendidos y su número de practicantes aumenta continuamente. Los mejores campos de entrenamiento son tailandeses pero hay países donde ha experimentado un gran desarrollo, como por ejemplo en los Países Bajos que han dado varios campeones del mundo y cuyos luchadores se han enfrentado a los propios luchadores locales en Tailandia aunque a nivel internacional existe una Federación Mundial de Muay Thai (La WMF) que vela por su correcta promoción. De naturaleza semejante y también muy extendidos a nivel internacional existen artes marciales similares como el Kick Boxing, la modalidad japonesa donde no están permitidos los golpes con codos o rodillas, o las variantes del Full Contact, el K1 o modalidades más extremas como el Vale Tudo o las Artes Marciales Mixtas (MMA).
El ritual previo a cada combate
El budismo es la religión oficial de Tailandia y su influencia también se puede apreciar en el Muay Thai. Antes de cada combate, los luchadores proceden a un curioso ritual con una mezcla de baile, oraciones y supersticiones varias como pasar el guante por la cuerda superior a lo largo del ring o rezar brevemente en cada esquina ataviados con un «mongkon», una cinta «sangrante» que llevan en la cabeza en los prolegómenos mientras durante el combate portan el «prapajeat», el amuleto en forma de cinta sangrante del brazo. El rito previo al combate se llama waikru y sirve para ahuyentar a los malos espíritus y conectar con los maestros de la antigüedad a los que se convoca para conservar la vida. Una vez que el combate comienza habitualmente el primer asalto es de tanteo y de estudio del rival ya que la intensidad de este deporte hace que sea agotador pese a que los luchadores son portentos físicos. Eso sí, en nuestra velada en Bangkok el combate más esperado empezó desde el principio al máximo nivel para en el último asalto acabar los dos rivales agotados y prácticamente buscando el abrazo del rival dando por asumido el resultado.
Otro elemento habitual de los combates de Muay Thai son las apuestas, especialmente en Bangkok, a ganador y reservadas casi en exclusiva para la población local, a menos que alguien sepa manejarse en tailandés. También destaca el sonido del «Chat Chai», la música de campanillas cuyo ritmo in crescendo aumenta a medida que lo hace la intensidad de cada combate, normalmente de menos a más hasta que se decanta para un lado. Al asistir a una velada también puede llegar a sorprender lo jóvenes que pueden ser algunos de ellos ya que suelen incluir algún combate de adolescentes de 13 o 14 años ya que las carreras profesionales empiezan muy pronto y es extraño que se prolonguen más allá de los veintitantos años. Posteriormente la mayoría de luchadores se hacen maestros. Y una última precisión de nuestros «profesores» mexicanos, los luchadores de Muay Thai no son violentos fuera del ring, más bien todo lo contrario. Y no harían uso de su fuerza ni de su técnica en una posible disputa en la calle ya que de hacerlo su conducta sería tipificada como una agresión con arma blanca.
¿Dónde ver Muay Thai en Bangkok y otras ciudades?
En Bangkok, si queremos ver una velada profesional tenemos dos opciones dependiendo del día que decidamos ir ya que las veladas son largas y duran hasta cuatro horas. Por un lado está Lumphini Stadium, la catedral del boxeo tailandés, situado al lado del parque Lumphini. Allí se disputan los martes (el mejor día), viernes y sábados desde las seis de la tarde y suelen componerse de unos diez combates, al igual que las que tienen lugar en el Ratchadamnoen Stadium situado en la calle del mismo y complicado nombre, Ratchadamnoen Nok. Para ir a ambos estadios lo mejor es coger un taxi, si podemos pactando un precio antes para evitar una posible vuelta turística por Bangkok a un precio excesivo. En este estadio los combates se disputan los lunes, miércoles, jueves (las mejores peleas) y domingos desde las seis y media por lo que cualquier día de la semana es posible asistir a una velada en Bangkok. Eso si, los precios son los mismos para los extranjeros, en las localidades más alejadas 1000 bahts, en las intermedias 1500 y al lado del ring a 2000.
En otras partes de Tailandia también es posible asistir a veladas, como en Chiang Mai (Loikroh Stadium) o en varias islas aunque el nivel es claramente inferior y se habla abiertamente de «Muay Thai turístico» si bien los precios también son sensiblemente inferiores y hasta es posible regatear un poco. Estas veladas no se disputan en estadios sino en recintos rodeados bares y restaurantes por lo que es posible cenar o tomar una copa mientras se asiste al espectáculo, que también puede incluir algún combate «humorístico». Además, en estas veladas es posible ver participar a luchadores extranjeros, en nuestro caso en Chiang Mai pudimos ver combatir a un luchador francés que incluso venció en su combate a un luchador local, algo realmente meritorio.
Tras haber tenido la oportunidad de asistir a veladas de Muay Thai, podemos afirmar que no es un deporte tan violento y peligroso como a primera vista puede parecer. Sí, es un deporte de contacto pero también tiene su parte espiritual y una ética que todos sus practicantes respetan escrupulosamente. Además, deja menos secuelas que, por ejemplo, el boxeo ya que en éste los golpes afectan principalmente a la cabeza mientras que en su «primo» tailandés se reparten por todo el cuerpo. Así, si tenéis la oportunidad de ir al sudeste asiático (aunque casi es posible ver combates hoy en día en cualquier país) os recomendamos asistir a una velada para juzgar por vosotros mismos.
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