Ocho rutas de senderismo de otoño en las fronteras de la Comunidad de Madrid
Por Paz Llamas Patiño Seguir a @PazLlamas9
La estación otoñal regala paisajes maravillosos, los árboles comienzan a perder sus hojas y mientras van cambiando sus colores tiñendo los bosques de colores ocres y marrones, un momento de transformación de la naturaleza digno de ser admirado. Y degustado, como en la Ruta de los Castaños de la que te hablamos recientemente.
El otoño también trae bajadas de temperaturas y vientos que ayudan a la caída de las hojas, pero como no hay mala ruta sino una mala equipación, por eso equípate adecuadamente, echa los prismáticos a tu mochila y toma nota de las siguientes rutas que serpentean entre la frontera de la Comunidad de Madrid y el resto de provincias limítrofes.
- Cabeza Lijar
Es una montaña que forma parte de la Sierra de Guadarama, coronada por un mirador cuyo vértice se encuentra entre Ávila, Segovia y Madrid, así que las vistas 360 grados son increíbles. El mirador se sitúa sobre lo que hoy es un refugio pero antaño fue un búnker utilizado durante la Guerra Civil.
La llegada al punto de inicio de esta ruta debe estudiarse con anterioridad, sobre todo valorando en el vehículo en el que uno se va a desplazar. Desde hace décadas existe una carretera resinera que ni la Comunidad de Madrid ni Castilla León arreglan, su estado es deplorable y, de hecho, ha dejado de ser carretera para pasar a ser pista forestal.
Esta carretera nace en el Alto del León, detrás del restaurante, y en el camino que pasa por delante de las antenas. La recomendación es que si llevas un verdadero tototerrerno, no un SUV, podrás llegar hasta el punto de partida. Si no, créeme, aparcar el coche en el parking del restaurante e iniciar a pie la ruta, 5 kilómetros más de paisajes increíbles, merece la pena y los bajos de tu coche te lo agradecerán.
Por tanto, toma el camino en el sentido de las antenas de comunicación cruza el paso canadiense y a la derecha encontrarás el desvío que te sitúa en tu camino, el de la GR 10. Hasta los pies de Cabeza Lijar son 5 kilómetros. Existe varios paneles informativos. El primer tramo de subida es el del Cerro Piñonero desde donde ya se divisa Cabeza Lijar y Cueva Valiente, además desde tu ubicación verás todo San Rafael (Segovia).
Una vez que llegas a los pies de Cabeza Lijar, zona conocida como el Collado de la Mina, no tardarás en darte cuenta en la explotación minera que existe a unos metros, de ahí se extraía wolframio, una actividad que a día de hoy ya no existe.
Comienza el ascenso siguiendo la senda que discurre paralela a la valla metálica, hay varios tramos con piedras, súbelos con tranquilidad, en algunos zonas se pierde la señalización pero no dudes, sigue subiendo hasta que divises a lo lejos el refugio y sobre él, el mirador.
La dificultad de esta ruta es media, en total son 10 kilómetros, tardarás en regresar al aparcamiento del Alto del León 3 horas y media.
- Mirador Peña del Águila
Continuamos moviéndonos por las frontera de la región, en este caso divisando Ávila desde nuestra posición, nos situamos en el pueblo de Santa María de la Alameda, éste es el último pueblo de la Comunidad de Madrid hacia el noroeste.
En este caso te propongo una ruta tranquila, sencilla, apta para ir con niños, de una hora que puedes realizar, por ejemplo, después de comer en algunos de los restaurantes del municipio ya que la luz de la tarde desde el mirador es indescriptible.
Desde la única carretera principal que atraviesa Santa María de la Alameda, conocida como Avenida Rey Don Juan Carlos I, en el número 29 encontrarás el inicio de la ruta. Es un camino de arena que inmediatamente te introduce en la sierra, si lo haces a las 17:30 te encontrarás seguro al pastor del pueblo recogiendo su rebaño de cabras.
En menos de un kilómetro te asomas a un impresionante mirador donde el viento sopla muy fuerte y donde con toda seguridad verás volar majestuosa al Águila Imperial Ibérica, a los milanos y, por supuesto, a los buitres. Desde tu posición se divisan Peguerinos, las Navas del Rey y la aldea del Hoyo de la Güija. Solo te recomiendo que lleves buen calzado, prismáticos y ropa de abrigo.
- Ruta del Refugio Naranjera y del mirador de Cuelgamuros
Todos sabemos cómo es el Valle de los Caídos, algunos habrán visitado el interior del conjunto monumental pero pocos habrán divisado el Valle de Cuelgamuros a vista de pájaro.
La ruta que te propongo comienza en la Fuente de la Naranjera, la encontrarás fácilmente porque está pegada la carretera junto a otra que data de la época de Felipe II conocida como la Fuente de Las Negras.
A la Fuente de la Naranjera se acercan muchos campistas del Camping Vallenmedio y vecinos de Peguerinos para llenar bidones con sus aguas, es agua potable, y no es de extrañar que te cruces con grandes grupos de vacas que se acercan hasta allí para beber. Parece obvio, pero permíteme que te advierta que no te confíes con ellas, son asustadizas y aunque creas que están acostumbradas a la presencia humana, si tienen terneros, evítalas.
La mejor forma de llegar es en coche desde el pueblo de Peguerinos (Ávila), no te recomiendo hacerlo por El Escorial y la carretera de Abantos porque su estado es malo, tiene muchas curvas y algunas veces está cerrada con una cadena metros antes de llegar a la Fuente de las Negras.
La ruta hacia el refugio y el mirador comienza detrás de la Fuente de la Naranjera, se trata de una ruta sencilla, de 1 kilómetro, pero lleva buen calzado porque en la última parte de la subida hay piedras y cuando descubras las impresionantes vistas querrás escalar las piedras para hacer fotografías. Existe un camino fácilmente reconocible hecho con el paso constante de senderistas y otro más salvaje a pies de las impresionantes montañas de piedras gigantes que tanta vida animal albergan, tú decides.
En apenas 40 minutos llegas al refugio de la Naranjera, tengo que decir que en las tres décadas que llevo visitando este refugio jamás lo he visto con tejado, es un refugio que no refugia cuyo tejado y ventanas se encuentra en estado ruinoso. Este verano apenas quedaba una teja y como sé que entrarás, por favor te pido que lo hagas con cuidado y rápido porque es peligroso permanecer dentro de él. Los ancianos de Peguerinos te cuentan que fue refugio de montañeros y de personal forestal, pero lo cierto es que su estado de abandono es lamentable y lo único que queda en pie son los arcos del porche y sus muros de piedra que resisten dignamente.
Todavía no lo has visto todo, detrás del refugio se encuentra un muro de piedra que en realidad es un cortafuegos, deberás saltarlo con cuidado y prepárate para ver una vista increíble del Valle de Cuelgamuros. Si eres ágil y tienes buen calzado, dirígete hacia la formación rocosa de la izquierda, escala lo que tu vértigo te permita, coge un buen sitio y siéntete pequeño dentro de la inmensidad del Valle de los Caídos.
Desde ahí se divisa no sólo la cruz, sino el embalse de la La Jarosa, Guadarrama, el skyline de Madrid y toda la formación montañosa de la izquierda es ya provincia de Segovia.
- Senda del Agua en Prádena del Rincón
Nos desplazamos ahora a la Sierra del Rincón, al noroeste de la Comunidad de Madrid en la frontera con Guadalajara, en total 15.000 hectáreas de montañas y valles declaradas Reserva de la Biosfera en el año 2005.
Existen cuatro sendas bien identificadas en los paneles de información que se encuentran en el mismo pueblo y a lo largo de los recorridos. La Senda del Agua es una ruta sencilla y accesible, identificada con el color verde en los paneles y con flechas verdes a lo largo de todo el recorrido.
Es una ruta cómoda, apta para todos los públicos porque nace en el casco urbano de Prádena del Rincón a 90 kilómetros de la Madrid, por la A1 tomando la salida 76. Insisto que es cómoda porque se puede realizar con carritos de niños y sillas de ruedas ya que es una senda convertida en acera que discurre a lo largo de la carretera M130. El recorrido son 2 kilómetros en total.
Siguiendo la senda del agua llegas a la Laguna del Salmoral, estanque que recoge el agua de la sierra y sirve para el riego de cultivos y prados. Cuando llegas a ella encontraras una laguna llena de fauna y flora. Si comienzas a rodearla, comienza por la izquierda, aquí encontraras un museo de rocas al aire libre que explica los distintos tipos de rocas que podemos encontrar en la sierra. Este jardín cuenta con unos paneles interpretativos para la identificación de las distintas rocas y los relieves graníticos de la sierra de la Cabrera.
Si continúas bordeando la laguna encontraras el observatorio de aves y de anfibios así como los paneles informativos situados delante de los muchos y diversos árboles que rodean la laguna.
Como consejo a la hora de desplazarte en coche, la mejor opción es que aparques en la primera explanada de tierra que te encuentras en el lado derecho nada más entrar en Prádena si vienes desde Madrid. Los vecinos de estos pueblos de la Sierra Norte de Madrid están cansados de la saturación de visitantes, coches y motoristas durante los fines de semana, por este motivo, si aparcas directamente en esta zona, se molesta menos.
- Senda por las Cañadas de las Merinas en Prádena del Rincón
Como la ruta de la Laguna del Salmoral puede saberte a poco y ya que te has desplazado a 90 kilómetros de Madrid, te recomiendo otra ruta que también nace en el casco urbano de Prádena del Rincón, identificada con flechas de color rojo a lo largo de todo el recorrido.
Esta ruta tiene un recorrido de 9 kilómetros, es sencilla, apta para familias pero aquí sí debes llevar comida en tu mochila porque la duración total es de 5 horas. La senda discurre por un cordel que parte de la Cañada Real junto a la ladera de esta sierra: La Cañada de las Merinas. Esta cañada rodea prados y dehesas, atravesando extensos prados con abundantes cantuesos y botoneras.
Desde el camino veremos unas ruinas de tinados, un gran establo con tejado únicamente de canales y paredes de piedra seca, una panorámica de la sierra y del valle del Lozoya y amplias praderas de manzanilla, tomillos y cantuesos. Antes era muy común ver ovejas merinas pero lo cierto es que ahora el ganado que pasta en estos prados es el vacuno.
Terminaremos rodeando el Cerro de la Cabeza, para llegar a un descansadero de ganado y al área de interpretación de la trashumancia.
- Senda de los Molinos en La Hiruela
Continuamos nuestro recorrido hacia la frontera de la Comunidad de Madrid con Guadalajara, estos pueblos de la Sierra del Rincón podrían parecer en el mapa que están a pocos kilómetros unos de otros, pero lo cierto es que se tarda bastante en desplazarte, por tanto, tómatelo con calma, ten cuidado con los numerosas curvas y disfruta de un paisaje de ensueño.
Al llegar a la Hiruela, te doy la misma recomendación, aparca en en el aparcamiento de la entrada, los fines de semana solo pueden acceder los residentes y si no hay sitio, respira y espera a que haya uno. De nuevo estos vecinos se quejan de la saturación de coches y denuncian que algunos vehículos llegan a estacionar en la zona del helipuerto.
Dicho esto, vamos con las rutas. En la Hiruela existen varias pequeñas rutas, algunas lúdicas, en las que se llega a conocer los molinos que existieron antaño en este pueblo remoto y precioso de la Comunidad de Madrid que durante el invierno se queda aislado por la nieve.
Esta ruta nace detrás de la iglesia hacia la izquierda, cruzaremos un bosque de robles y llegaremos hasta el puente de madera que cruza el río Jarama. El encanto de esta ruta es que discurre paralela al río donde se encontraban los molinos harineros y lo primera que vamos a descubrir son las ruinas del Molino de Juan Bravo y después el Molino de la Hiruela.
Al final de este pequeño recorrido de 5 kilómetros nos encontraremos un área recreativa con mesas de madera y bancos de descanso que invitan a comer ante un paisaje de ensueño.
- Senda de los Oficios en La Hiruela.
Te recomiendo también en la Hiruela otra cómoda ruta que si vas con niños es una buena oportunidad para que conozcan cómo se trabajaba antes en un pueblo donde los inviernos son muy duros.
Esta senda también nace detrás de la iglesia pero hacia la derecha. Lo primero que veremos son árboles frutales que marcan los límites de la Hiruela, no dudes si el camino se estrecha, continúa porque esta senda te lleva al Colmenar, allí se encuentran las colmenas tradicionales talladas en troncos de robles y tapadas con lajas de piedra que recuerdan los tejados de la Hiruela.
Continúa la senda, en la que te encontrarás de nuevo un El Molino Harinero de la Hiruela cuyas aguas ayudaron antaño a su funcionamiento. Siguiendo la senda llegarás hasta la Carbonera, lo que fue la cabaña del carbonero, hoy reconstruida para que los visitantes entiendan el duro oficio.
Esta ruta es circular de no más de 3 kilómetros y siempre recomiendo llevar comida en la mochila porque los parejas de la Hiruela bien merecen disfrutarlos con tiempo. Insisto en este punto porque este pequeño pueblo solo tiene un restaurante a la entrada y un bar que se encuentra en la plaza, por tanto es necesario o bien reservar con antelación o bien comprar un buen bocadillo de panceta en el bar e iniciar tu ruta.
- Ruta de las Cárcavas del Pónton de la Oliva.
Siguiendo nuestros pasos en la frontera de Madrid con Guadalajara, te recomiendo esta ruta que te dejará con la boca abierta cuando veas las formaciones geológicas más curiosas de la región.
Si vas en fin de semana encontrarás el mismo problema de aparcamiento, existe una zona donde la gente deja el coche que es en las explanadas y márgenes de la carretera de la presa del Pontón de la Oliva, cuanto más madrugues, más oportunidades de aparcar tu vehículo.
Y precisamente esa es la dirección que debes buscar en tu navegador, presa del Pontón de la Oliva, por cierto a pocos metros de la presa hay dos restaurantes, si quieres comer allí, reserva con tiempo, la zona recibe a muchos visitantes.,
Por otro lado, lleva calzado cómodo, la ruta es sencilla pero hay subidas duras, muy pocas, y bajadas que te pueden costar algún resbalón, esto lo digo porque me he encontrado con parejas o pequeños grupos de amigos que han comido en Patones y se acercan de forma imprevista a las cárcavas para hacer la ruta, es mejor ir bien equipado.
El color anaranjado de las cárcavas está presente al fondo en todo momento pero no eres consciente de su belleza hasta que las tienes frente a ti. Este paisaje se asemeja a las Barrancas de Burujón de Toledo aunque las de Madrid son más verticales.
En realidad las cárcavas son un colador de agua y se forman por la erosión que crea en ellas el paso del Arroyo de La Lastra en su interior. Los farallones son los filones de roca que se crean formando estos altos faros de arena.
Tendrás ganas de recorrerlas por dentro, son mucho los jóvenes que bajan en busca del mejor selfie, pero no te lo aconsejo, primero porque las cárcavas están protegidas y, segundo, puede haber desprendimientos y zonas con agua y mucho barro.
Admíralas desde arriba porque es un paisaje abrumador, además es una ruta sencilla para niños y mascotas, teniendo en cuenta algunas pequeñas zonas con desnivel.
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