Cuando fuimos los mejores, los equipos de leyenda olvidados
Por Aitor Alegría Alonso
“Cuando fuimos los mejores, los bares no se cerraban…” Así comienza una canción de Loquillo que refleja la nostalgia por tiempos mejores que los actuales. Todos tenemos amigos y amigas que eran unos ligones en su juventud y ahora están casados y con hijos y no salen de casa. Pues bien, el deporte está lleno de historias de grandes triunfadores pasados pero que ahora caminan sin pena ni gloria.
Los equipos históricos del fútbol venidos a menos
Empezando por lo más evidente, el fútbol, comenzaremos con el Grande Torino de los años cuarenta, campeón de Italia cinco veces en aquella década hasta que el fatídico accidente aéreo de Superga acabó dramáticamente con uno de los más grandes equipos de fútbol que se conocían hasta entonces.
Obviando esta lamentable tragedia, quizás uno de los ejemplos más claros de caída desde el olimpo sea el A.S. Saint-Étienne francés. Les verts, pese a ser el equipo de una ciudad poco glamurosa, aún ostenta, con diez ligas, el título de ser el club que más veces ha ganado la liga de Francia. Y eso pese a que su último triunfo en liga fue en 1981. Suman además seis copas de Francia, cinco Supercopas y una Copa de la Liga, esta sí, ganada en el año 2013.
Su época dorada fueron los sesenta y los setenta, cuando ganaron ocho ligas, seis Copas e incluso en el año 76 disputaron la final de la Copa de Europa, actual Champions League, perdiendo 1-0 contra el Bayern de Múnich. Una final que podrían haber ganado si no fuera por los palos de la portería. Portería de Hampden Park que oportunamente compraron en 2013 para inaugurar el museo del club los famosos y cuadrados poteaux carrés. Posteriormente los años de decadencia han tenido al club deambulando por la parte media de la liga con algún descenso a segunda división incluido.
Sin salir de nuestras fronteras, y por resumir, hablaremos del fútbol vasco en su conjunto y su decadencia contemporánea. Aunque Athletic de Bilbao y en menor medida Real Sociedad, Alavés y Éibar representan con dignidad al fútbol de Euskadi en la actualidad, no hay que olvidar que el fútbol vasco fue uno de los más potentes de España, si no el que más.
La próxima Copa del Rey alumbrará las vitrinas de Athletic o Real Sociedad que vuelven a reverdecer laureles ya que aparte de la Supercopa conquistada por el Athletic en 2015, el último título de algún club vasco fue la Copa del Rey conquistada por la Real Sociedad en 1987. Pobre bagaje para una suma de diez ligas y treinta copas entre todos los equipos de Euskadi, con el Athletic de Bilbao a la cabeza, que con sus ocho títulos de liga y veintitrés de copa, sigue siendo el club español con más trofeos levantados, solo por detrás de los dos grandes trasatlánticos. Incluso equipos hoy desaparecidos o en categorías menores llegaron a ganar trofeos como el Arenas de Getxo o el Real Unión de Irún, que ostenta con cuatro títulos el octavo puesto en el palmarés copero.
El esplendor futbolístico vasco fue importante en cuanto a clubes y títulos, pero sobre todo en producción de grandes futbolistas que poblaban la selección. Aún hoy, Vizcaya y Guipúzcoa continúan siendo las provincias con más jugadores aportados al combinado español. Imposible olvidar a ídolos como Iríbar, Arkonada, Lángara, Zarra, Gaínza o, más recientemente, Etxeberría, Guerrero o Xabi Alonso.
Siguiendo con el fútbol, otro caso de decadencia infinita es la selección masculina de Hungría. Aunque en la pasada Eurocopa les pudimos ver en los octavos de final, hacía 30 años que no acudían a un campeonato internacional. La mayoría de nosotros no habíamos nacido pero cuentan las crónicas que la selección húngara fue un equipo temible en los remotos años 50.
Entre 1948 y 1956 la selección magiar jugó cincuenta y dos partidos, de los que solo perdió uno. Incluyendo una victoria por 3 goles a 6 en Wembley, siendo la primera derrota contra un equipo de Europa continental de Inglaterra en casa. Lamentablemente, el único partido que fue a perder fue la final del mundial de 1954, en aquel triste partido contra la República Federal Alemana que salió derrotada por 3 goles a 2 pese a que en la fase de grupos Hungría había vencido por 8 goles a 3.
Aquella fue la segunda final de un mundial perdida para Hungría, quizá la más fatídica por el buen momento de forma y la pléyade de estrellas con las que contaban, entre los que figuraban tres de los mejores futbolistas del mundo por aquel entonces: Puskas, Kocsis y Czibor.
Posteriormente, en 1956, coincidiendo con las revueltas del pueblo húngaro contra el régimen títere de Moscú, en una concentración del Honved de Budapest se produjo una desbandada de jugadores. El Honved era el equipo que constituía la columna vertebral del equipo nacional y así fue posible que jugadores como Puskas acabaran en el Real Madrid y Kocsis y Czibor en el F.C. Barcelona, donde se juntarían con Kubala, otra estrella húngara que no pudo jugar el Mundial, debido a que ya había huido de su país unos años antes.
Para hablar de la primera final perdida por Hungría hay que remontarse hasta el lejano mundial de 1938 donde perdió final contra Italia. Esta selección, sobre todo en su época dorada de los años 50, fue la precursora del fútbol total y, quienes tuvieron el privilegio de verla jugar, afirman que fue uno de los mejores equipos de la historia del fútbol.
Por terminar con el llamado deporte rey, queremos citar a algunos clubes europeos, antaño grandes y que hoy pasan apuros para no caer eliminados en las rondas previas. El fútbol moderno ha sido muy duro para muchos. El Nottingham Forest puede que sea el ejemplo más destacado, con dos Copas de Europa conquistadas en los años 79 y 80, aunque quizás aquello fue flor de un día, pues solo han ganado una Premier, en el año 78, que le dio derecho a participar por primera vez en la máxima competición continental. También el Hamburgo, campeón de Europa en el 83 y finalista en el 80, el Celtic de Glasgow, campeón en el 67 y subcampeón en el 70, el Steaua de Bucarest, campeón en el 86 y subcampeón en el 89. El Feyenoord, el Aston Villa o el Estrella Roja, con una Copa de Europa cada uno y que difícilmente volverán a ganarla. El fútbol moderno ha sido muy duro con muchos.
Los grandes clubes olvidados de la canasta
Volviendo a España y cambiando de deporte, esta vez al baloncesto, tenemos el ejemplo del Joventut de Badalona. La famosa Penya, uno de los equipos más laureados de España y de Europa, no gana un título importante desde el doblete ULEB-Copa del Rey de 2008 con la famosa dupla Ricky-Rudy. Incluso fue un contendiente del duopolio Madrid-Barça. Ahora mismo ocupa la última posición en la liga ACB, con gran riesgo de descenso y, lo que es aún peor, su supervivencia pende de un hilo por razones económicas.
Pues bien, con 4 ligas, 8 Copas del Rey, 2 copas Korac, 1 copa ULEB, 1 Eurocup y la más importante de la historia del club: la famosa Euroliga de 1994, cumbre del club y revancha histórica tras la final perdida en 1992, con el triple final de Djordjevic. Gran equipo donde han militado jugadores como Matraco Margall, Jordi Villacampa, los hermanos Jofresa, Raúl López, Corny Thompson, Mike Smith, Ferrán Martínez, Alex Mumbrú o los más recientes Ricky Rubio y Rudy Fernández. Como anécdota, también jugó en categorías inferiores Loquillo, el autor de la canción con la que abríamos el artículo. Esperemos que pronto vuelvan los brotes verdes… y negros.
Siguiendo con el baloncesto europeo, pero sin desarrollarlo demasiado, simplemente nombraremos la gran debacle del baloncesto de clubes italianos, antaño grandes dominadores de las competiciones del continente y hoy claramente en un segundo plano tras los equipos españoles, griegos, turcos y rusos. Pese a que la última Copa de Europa de un equipo italiano fue la conquistada por la impresionante Virtus de Bolonia en 1998, los clubes italianos atesoran hasta doce máximos campeonatos europeos, destacando con cinco el Pallacanestro Varese, pese a que no gana una desde el año 1976.
Equipos legendarios de otros deportes
Aquí en España no es un deporte demasiado seguido, pero en otras latitudes más norteñas el hockey hielo despierta verdaderas pasiones. Y dónde más pasión existe por este vertiginoso deporte es en Canadá. Uno de los históricos equipos de la NHL, la liga donde compiten equipos de EEUU y de Canadá y que, a modo de NBA del hielo atesora los mejores jugadores del mundo, son los Canadiens de Montreal. Los quebequeses son el equipo que más veces ha ganado la Stanley Cup, hasta 24, pese a que no ganan una desde 1993. La decadencia de este equipo es menor que los ejemplos precedentes, no obstante quedaron campeones de División en 2013, cuando además llegaron a la final de Conferencia, pero los bleu-blanc-rouges no han vuelto a recuperar la grandeza del periodo 1953-1979, cuando ganaron 16 trofeos. Además son el equipo de la NHL que tiene más números de ex jugadores retirados.
Internándonos en el balonmano, el ejemplo de decadencia más grande a nivel de combinados nacionales quizás sea el de la selección masculina de Rumanía. Campeona del mundo en cuatro ocasiones (1961, 1964, 1970 y 1974), también obtuvo cuatro medallas olímpicas entre 1961 y 1984, después logró un tercer puesto mundial en 1990 y, luego, el inmenso desierto. Su última participación en un gran torneo fue en el mundial de 2011, donde quedó relegada en la decimonovena posición.
Por último, vamos a hablar de dos equipos juntos, pero que una vez fueron uno: las selecciones de Hockey masculinas de India y Pakistán. La selección India ha ganado seis oros olímpicos, una plata y dos bronces, cuatro de esos oros cuando Pakistán aún no se había independizado de India. Además suma un campeonato del mundo. Pakistán por su parte ha ganado cuatro campeonatos del mundo, ostentando el récord hasta el momento. La última medalla de India en unos juegos data de 1980, el último campeonato pakistaní, de 1994. Pese a ello en ambos países sigue siendo el deporte nacional, con muchísima diferencia. La razón de la debacle hay que buscarla, entre otras, en el cambio en la superficie de juego que pasó de hierba natural a artificial, lo que perjudicó a las naciones indostaníes.
Por finalizar, creemos que muchos de estos equipos tendrán difícil volver a sus épocas doradas, ni siquiera a acercarse. Otros, probablemente solo estén en una mala racha, no hay que olvidar que, por ejemplo, el Real Madrid de fútbol ganador de seis copas de Europa desde 1998, estuvo 32 años sin ganar una. No obstante, en el fútbol, la deriva de los últimos años con cada vez mayor profesionalización e inyección de dinero proveniente de distintas fuentes hacia solo unos pocos hará complicado que muchos clubes europeos vuelvan a ser grandes. En otros deportes, sobre todo de selecciones, dominados hace tiempo por naciones del este europeo también será complicado por los cambios políticos. Pero siempre existirá para sus aficionados la esperanza de volver a ser los mejores, como ese sábado que consigues permiso de tu marido o de tu mujer y vuelves a salir de copas con los amigos.
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