Por Luis Murillo Arias Seguir a @lmurilloarias No está Pablo Escobar, pero si están Radamel Falcao y James Rodríguez. El Tigre y El Chico Dorado casi se bastan y se sobran para devolver la sonrisa al fútbol colombiano, que hasta 2014 no acudía a un Mundial con aspiraciones desde 1994, un evento de trágico recuerdo para todo el país. Veinte años después, una sociedad estable, en pleno crecimiento económico y alejada del apelativo de “país más peligroso del mundo” vio orgullosa cómo su combinado nacional de fútbol,…
Continue Reading