Curiosidades, historia y precedentes de la semifinal madrileña de Champions
Por Daniel Riobóo Buezo Seguir a @danirioboo
Como si de un déjá vu se tratase, Real Madrid y Atlético se enfrentan por cuarto año consecutivo en la Liga de Campeones, un hecho inédito y que confirma que actualmente son dos de los mejores equipos de Europa, y por consiguiente del mundo, junto al FC Barcelona y el Bayern de Múnich, los cuatro clubes que más regularidad han mostrado en los últimos años en la máxima competición continental de clubes. La semifinal que los mide está llena de curiosidades y de precedentes históricos que os queremos desvelar y que pueden tener un significado especial para los más supersticiosos.
El cuarto enfrentamiento en cuatro años y la segunda semifinal madrileña
Cuando comenzó el sorteo de las semifinales todos teníamos la sensación de que los dos equipos madrileños volverían a cruzarse. No queremos ser mal pensados pero que pudiera haber una tercera final madrileña en cuatro años no era lo más conveniente para la UEFA ni para la propia Champions League. Siempre es mejor para ellos, por las sacrosantas audiencias y los anhelados nuevos mercados, que sean dos equipos de diferentes países los que disputen la final y más si Madrid y Atlético repitieran de nuevo por tercera vez en cuatro años. Pero aún así seremos bien pensados y creeremos que su emparejamiento se ha producido por puro azar. Sospechas aparte, como en las cuatro ocasiones anteriores en las que se han medido, de nuevo se prevé un doble duelo a cara de perro ya que en los precedentes la igualdad ha sido máxima.
El Clásico madrileño europeo tuvo su primer capítulo en la temporada 1958-59 si hablamos de la vieja Copa de Europa y en la final de 2014 en Lisboa si nos referimos a la veinteañera Champions. En la capital portuguesa, tras el gol inicial de Godín, el empate salvador de Sergio Ramos en el minuto 93 forzó una prórroga en la que el Madrid superó finalmente a un Atlético exhausto para conseguir su Décima Orejona con un 4-1 final. En 2015 el duelo tuvo lugar en cuartos de final y tras el empate a cero de la ida en el Calderón todo apuntaba a una nueva prórroga tras otro empate sin goles en el Bernabéu hasta que el mexicano Chicharito Hernández decidió la eliminatoria con un gol postrero en el minuto 88. Finalmente, en 2016 en Milán se produjo el desenlace más dramático. El gol inicial de Sergio Ramos parecía decantar la final de nuevo para los madridistas hasta que el belga Yannick Carrasco igualó a diez minutos para el final dando paso a una prórroga en la que los dos pudieron vencer si bien fue la lotería de los penaltis la que otorgó su Undécima Copa de Europa a los blancos en el peor final imaginable para el Atlético de Madrid, derrotado en su tercera final de la máxima competición continental cada vez de forma más cruel. En la historia de la vieja Copa de Europa tan sólo hay un único precedente entre Madrid y Atlético en semifinales, el de la temporada 58/59 cuando el Real Madrid, a la postre campeón europeo, venció en el partido de desempate en Zaragoza (2-1) tras haber vencido 2-1 en Chamartín y haber sucumbido 1-0 en la vuelta en el Metropolitano.
Madrid, la ciudad con más éxitos en la Copa de Europa
La semifinal madrileña proporcionará la posibilidad de la duodécima Copa para la ciudad de Madrid por encima de Milán, cuyos equipos (el AC Milan y el Inter) pasan por horas bajas si bien aún sigue siendo la única ciudad europea que cuenta con dos campeones de Europa ya que el Milan tiene siete Copas de Europa en sus vitrinas y el Inter tres. Madrid la supera y lo puede hacer aún más si la duodécima copa recae en Madrid, bien sea de nuevo para el Real o la primera para el Atlético. Además Madrid es la única urbe del continente cuyos equipos han disputado entre ellos dos finales de la Copa de Europa.
Otro registro que también enterraron el año pasado en Milán los equipos madrileños fue la del número de finales disputadas ya que se trató de la decimocuarta de los madridistas y de la tercera de los atléticos superando también con sus 17 finales las 16 de los equipos de Milán (11 jugadas por el Milan y 5 por el Inter). De las catorce disputadas, el Real Madrid ha vencido en once y lleva sin perder una final de Copa de Europa desde el año 1981 cuando perdió con el Liverpool por 1-0 en París. Mientras, el Atlético perdió frente al Bayern la de 1974 en el partido de desempate y en 2014 y 2016 con su archirrival capitalino.
Además, con la última final en San Siro, España también superó a Italia en finalistas ya que sumó 29 por 27 del país transalpino, a la que añadirá otro más en Cardiff. España también es la nación con más campeones con 15 (10 veces el Real Madrid y 5 el Barça) por las 12 «orejonas» levantadas por los equipos italianos e ingleses. Además, la del año pasado en Milán fue la sexta final entre equipos de un mismo país en la Champions League. El Real Madrid ganó tres de ellas: ante el Valencia CF en 2000 (3-0) y frente al Atlético en 2014 y 2016.
Los campeones de Europa como jugador y entrenador
La final de Milán en 2016 permitió a Zinedine Zidane sumarse al selecto club de jugadores que han conseguido el gran trofeo europeo también desde el banquillo. Hasta ahora siete lo han logrado. Pep Guardiola había sido el último antes de Zizou, siendo campeón en dos ocasiones como técnico (2009 y 2011) y una como jugador con el Barça (1992). Antes que él lo hicieron dos de sus predecesores en el banquillo azulgrana, los holandeses Frank Rijkaard y Johan Cruyff, tres veces campeones como jugadores y una como entrenadores, aunque con diferentes equipos. Rijkaard ganó como jugador con Milan (2) y Ajax y Cruyff en tres ocasiones con el equipo de Amsterdam mientras que como técnicos los dos lo hicieron con el Barça, en 1992 Cruyff y en 2006 Rijkaard.
Los otros antecedentes de éxito en el banquillo y el campo son Miguel Muñoz, campeón como jugador en las tres primeras ediciones de la competición (1956, 57 y 58) y en dos ocasiones como entrenador (1960 y 66). Los otros dos campeones europeos como jugador y entrenador son italianos, Giovanni Trapattoni y Carlo Ancelotti. Trapattoni consiguió dos como jugador en el Milan, en los años 1963 y 1969, y como entrenador de la Juventus en 1985. Mientras, Ancelotti venció como jugador en 1989 y 1990 y como entrenador, también con el Milan, en las Champions de 2003 y 2007 completando su palmarés hasta ahora con la lograda con el Real Madrid en 2014 convirtiéndose en el único entrenador con tres orejonas en su carrera junto al mítico entrenador del Liverpool Bob Paisley que guió al éxito a los reds en 1977, 1978 y 1981.
Las finales disputadas entre Real Madrid y Atlético
Si bien este año la final madrileña no será posible, la de Milán en 2016 fue tan sólo la octava final de un gran torneo entre Real Madrid y Atlético, curiosamente con un balance favorable de cinco a tres para los rojiblancos. Además de las dos finales recientes de Champions con éxito madridista, la historia vivió antes otras finales entre estos dos equipos centenarios con una ventaja clara para el Atlético de Madrid. Si nos remitimos a la Copa, la antigua Copa del Generalísimo vivió tres finales entre los equipos madrileños. En 1960 el Atlético venció por 3-1 y al año siguiente repitió título ganando a su enemigo capitalino 3-2 en sendas finales disputadas en el Santiago Bernabéu. La venganza retardada para los madridistas llegó el año en el que Franco desapareció, en 1975, al vencer 4-3 en los penaltis tras el 0-0 al final del tiempo reglamentario en el Vicente Calderón. Más cerca en el tiempo y ya bajo la denominación de Copa del Rey, el Atlético se impuso por 2-0 en el Bernabéu en 1992 y por 3-1 en 2013, de nuevo en el estadio blanco en las dos ocasiones. En total, la Copa del Rey ha vivido cuatro finales con victorias atléticas por tan sólo una para el Real Madrid.
Por su parte, la Supercopa de España que enfrenta al campeón de Liga y Copa a finales del verano y que fue creada en 1982 tan solo ha visto una final madrileña. Fue en la temporada 2014 y el Atlético, entonces vigente campeón de liga, derrotó a doble partido al Real tras empatar a uno en la ida en el coliseo blanco y vencer en el Manzanares con un gol tempranero del croata Mario Mandzukic.
Indios y vikingos, el origen de los apodos de Real Madrid y Atlético
Real Madrid y Atlético siempre han vivido una rivalidad deportiva que, entre los aficionados, va más allá de lo que sucede en el terreno de juego. Así, cada afición utiliza ciertos apodos para referirse al gran rival de la ciudad. En el caso de los rojiblancos, tienen dos motes por los que son conocidos tanto sus jugadores como sus seguidores. Por un lado, «colchoneros», una denominación que tiene su origen en la época en la que los colchones que predominaban en los hogares españoles tenían franjas rojas y blancas en una forma muy similar a los colores de la equipación del equipo. El segundo de los apodos, «indios», se lo adjudicó directamente su gran rival en la capital. Los seguidores del Real Madrid decidieron llamar indios a los atléticos porque llegaron muchos jugadores sudamericanos durante el mismo verano, el de 1973, cuando Vicente Calderón fichó a los argentinos Rubén Ayala, ‘Cacho’ Heredia (Argentina) y ‘Panadero’ Díaz. Pero lejos de molestarse, los aficionados rojiblancos acogieron con orgullo el mote e incluso la actual mascota atlética se llama Indi.
En el caso del Madrid, los dos apodos más extendidos para referirse al equipo y sus seguidores son «merengues» y «vikingos». En el primer caso fue el mítico periodista Matías Prats (padre) quien apodó al equipo en sus narraciones como los merengues al comparar su indumentaria blanca con el dulce del mismo color. Y de igual forma que el término «indios» lo creó el Real Madrid, el otro mote de los aficionados madridistas, los «vikingos, fue creado por los atléticos que, al ver que les llamaban indios, comenzaron a llamar a los madridistas vikingos por la misma razón, ya que a mediados de los 70 coincidieron de blanco varios jugadores del norte de Alemania como Netzer, Breitner, Jensen o Stielike. Y al igual que los atléticos, los madridistas también acogieron con orgullo el nuevo mote.
Cibeles y Neptuno, una fuente para cada celebración
Tras el doble enfrentamiento habrá fiesta en Madrid en una de sus dos grandes fuentes. Cibeles es la diosa del Real Madrid, que celebra junto a sus leones sus campeonatos mientras Neptuno es el dios del Atlético, que festeja sus títulos bajo su tridente. Pero no siempre fue así y la fuente de Cibeles en un primer momento fue atlética mientras Neptuno fue madridista si bien muy pocos lo recuerdan. Pero todo cambió tras la victoria de España ante Dinamarca por 5-1 en los octavos de final del mundial de México 86. En una noche calurosa de 18 de junio, la euforia por el aplastante triunfo en Querétaro llevó a los aficionados a celebrar el triunfo en la Cibeles desde las cercanas terrazas de la Castellana dado que Emilio Butragueño, ídolo madridista entonces, marcó cuatro goles y la selección era predominantemente madridista. Desde aquella noche, los madridistas decidieron celebrar los triunfos en la Cibeles mientras los atléticos adoptaron Neptuno unos años después, el 29 de junio de 1991, cuando el Atleti ganó en el Bernabéu la final de Copa del Rey al Mallorca.
El miércoles 10 de mayo de nuevo una de las dos fuentes tendrá su momento de gloria y será invadida por los aficionados del equipo clasificado para la final si bien toda la ciudad de Madrid vivirá una nueva gran fiesta con el doble enfrentamiento. De Madrid al cielo…
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