Si te gusta, compártelo

Por Enhamed Enhamed

Cuerpo activo, mente sana. Así es como titulaba un post que publicamos en el podcast Talento de Vivir que realizo junto a mi amigo y colega Pablo Ortega. En ese episodio entrevistamos a Javi González, entrenador, pedagogo y profundo conocedor de la fisiología aplicada al deporte.

Escucha»Cuerpo Activo, mente sana. Entrevista a un profesional de la actividad física» en Spreaker.

Lo cierto es que este tema ha sido una de mis pasiones durante todos estos años, no sólo por mi carrera deportiva como nadador olímpico sino como herramienta para influenciar al cerebro.

Y diréis, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra?

Nuestra mente no es únicamente esa parte que se encuentra entre nuestras orejas, sino que es un sistema íntegro en cuyo desarrollo y procesos intervienen tanto nuestro cuerpo, como las propias estructuras nerviosas. Tanto si quieres tener un buen rendimiento deportivo como si a lo que aspiras es a una vida emocionalmente equilibrada, el deporte junto con unos buenos cuidados es fundamental.

Enhamed publicó «Iron Mind», una biogragía en la que también explica sus técnicas psicológicas para entrenar.

Los inconvenientes del sedentarismo

Durante estas semanas que hemos estado recluidos en nuestros hogares, hemos constatado que no nos movemos tanto como quisiéramos, para unos será un simple inconveniente pero para otros puede ser un riesgo de salud enorme:

Obesidad infantil: en esta época con la nevera a su alcance e impedidos de salir a la calle, los niños son muy susceptibles de ganar peso con mucha facilidad, con los problemas que puede conllevar a la larga. Además, lo más posible es que el consumo de azúcares (galletas, chocolates, refrescos) se incremente drásticamente.

-Tercera edad: es imprescindible que mantengan un nivel de actividad mínimo para que no suponga una merma de capacidades motrices cuando retomemos la vida normal. Levantarse varias veces, realizar tareas en el hogar, o simplemente pasear por el pasillo de casa pueden suponer una gran diferencia. Es recomendable que hagan al menos 7 minutos de actividad diaria.

Población normal: en este caso el movimiento puede ayudar efectivamente a prevenir la subida de peso, mantener el tono muscular, etc. Pero el efecto crucial es la posibilidad de influir a esa mente que quizás esté empezando a tener pensamientos y emociones extrañas.

Si no tenemos ninguna afección, podemos realizar al menos una hora de ejercicios de fuerza a la semana, no hablo de levantar el sofá, aunque puede ser una opción, sino simplemente ejercicios de autocarga que todos podemos encontrar en diversos canales de Youtube o Instagram.

Dirigir nuestros neurotransmisores y hormonas

Dicho todo esto, desde mi perspectiva lo más apasionante de mantenerse activo es el poder redirigir los neurotransmisores y hormonas que segregamos. Si lo pensamos con calma, ¿qué hacemos cuando nos sentimos tristes y apagados?, básicamente estar tirados en el sofá o la cama, echar horas en una red social o beber. Por tanto, si realizamos ejercicio, cambiamos el patrón respiratorio y, simplemente le comunicamos a nuestro cuerpo que estamos vivos, el efecto es enorme.

Dicen que últimamente ha subido el consumo de alcohol y chocolate. Tiene todo el sentido ya que ambos provocan la segregación de dopamina, esa maravillosa sustancia que provoca la sensación de anticipación antes de recibir un regalo, aproximarse a la línea de meta o prepararnos para ver nuestra última notificación en el móvil. Por otro lado, el alcohol hace que nuestro córtex prefrontal no esté tan activo, (es el encargado de mantener la atención, planificar, reflexionar, evaluar, etc.) por lo que como podéis imaginar, con el córtex prefrontal durmiendo, la vida se hace más llevadera durante unos instantes. Pero la vuelta a la realidad es cada vez más difícil ya que el alcohol es un depresor del sistema nervioso, así que el “bajón” se vuelve progresivamente mas profundo.

No estoy diciendo que no comamos chocolate, que no se beba, no se coma comida grasa o no nos tiremos en el sofá, sino que valoremos cuanto de todo esto queremos teniendo en cuenta que cada vez nos produce más desazón.

Como todo ser humano, tengo días que estoy desganado y con el ánimo más bajo de lo habitual, pero sé que 10 minutos de movimiento, o 5 minutos centrándome en la respiración pueden hacer la diferencia entre “tener un mal día” y “vivir el día que quiero”.

Emulando al gran Bruce Lee: “Be movimiento, my friend”.

-Enhamed Enhamed, la vida como un reto constante

-Cómo hacer deporte en casa durante el confinamiento

-Ser o no ser yogui, los beneficios del yoga como estilo de vida

-Ante el confinamiento, deporte retro

¿Quieres recibir nuestros temas en tu email?

* dato requerido
Si te gusta, compártelo