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Por Luis Murillo Arias 

Conocemos Canarias por sus playas, su envidiado clima, sus carnavales y sus plátanos. Quizá también por Benito Pérez Galdós, César Manrique, Alfredo Kraus o el omnipresente Juan Cruz, que un día te escribe sobre Rajoy, sobre deporte o sobre el punto de cruz. Pero… ¿y si una de sus mayores señas de identidad fuesen sus deportistas? Sin olvidarnos del ‘Chacho’ Sergio Rodríguez, flamante campeón de casi todo y uno de los mayores referentes del baloncesto patrio y que puso en el punto de mira el baloncesto de Canarias no sólo en Madrid, sino también en Portland, Nueva York o el CSKA de Moscú.

Pero hablemos de fútbol…

Imaginemos por un momento que Canarias se hubiera independizado de España. ¿En qué lugar quedaría su selección? En ella habría jugadores del nivel de David Silva, Pedro Rodríguez, Vitolo, Roque Mesa o incluso Jesé Rodríguez si vuelve a recuperar su mejor nivel. Y por supuesto hace unos años hubieran tenido cabida Valerón o Manuel Pablo. Esta selección podría haberse enfrentado de tú a tú a cualquier equipo.

Los últimos dos futbolistas canarios que han impactado han sido Roque Mesa y Vitolo. Tras despuntar hace dos años como organizador en la mejor Unión Deportiva Las Palmas que se recuerda en años, Roque Mesa emigró a la Premier, más concretamente al Swansea City, donde no ha llegado a adaptarse y, por ello, el club galés lo ha cedido al Sevilla, en donde el pelotero de Telde quiere volver a impresionar. Lo mismo le sucede a Víctor Machín, más conocido como ‘Vitolo’, un talentoso extremo izquierdo que tras despuntar en Las Palmas y, especialmente, en el Sevilla, fue fichado por el Atlético de Madrid, que abonó su cláusula de rescisión de 40 millones de euros. La sanción de la FIFA al club colchonero hizo que este tuviera que cederlo de nuevo al equipo de su ciudad natal hasta poder fichar de nuevo. Superado el periodo de sanción, el Atlético le hizo debutar pero una inoportuna lesión hizo que su primera temporada en el Wanda Metropolitano no fuera tan destacada como se esperaba pero Vitolo espera recuperar su alabada capacidad de desborde.

Vitolo y Roque Mesa han sido las últimas perlas de la inagotable cantera grancanaria.

Antes que ellos llegaran a su mejor nivel, vivimos la explosión de Jesé Rodríguez en el Real Madrid en 2014, donde su estilo de juego a lo Cristiano, sus goles a lo Ronaldo, el «gordo», su velocidad, sus regates, sus asistencias, crearon unas expectativas inusitadas que frenó una grave lesión de rodilla que se produjo en un partido de Champions ante el Schalke 04 y que también le impidió ir al mundial de Brasil. Tras una larga recuperación, Jesé no volvió a su mejor nivel lo que no impidió que fuera fichado por el Paris Sanit-Germain que unos meses después lo cedió a la Unión Deportiva Las Palmas y, posteriormente, al Stoke City que daba por finalizada dicha cesión tras sólo 13 partidos debido a los reiterados permisos que hubo de conceder al jugador por culpa de la enfermedad de su hijo menor. Actualmente Jesé está sin equipo y espera una cesión que pueda hacerle recuperar la ilusión y su mejor nivel. 

Jesé Rodríguez espera una nueva cesión donde pueda recuperar su mejor nivel.

Selección nacional

También Rodríguez, pero no Jesé ni Sergio, es Pedro, más conocido como Pedrito. Pep Guardiola abrió un hueco al tinerfeño en el mejor Barcelona de la historia convirtiéndose en el único jugador que marcó en todas las competiciones que ganó el equipo catalán en 2009: Seis. Aquello le abrió las puertas de la selección y fue la sorpresa de la convocatoria de Vicente del Bosque para el Mundial de Sudáfrica en 2010, competición en la que finalmente tuvo una aportación decisiva. Pedro repitió en torneos internacionales con Del Bosque en 2012 y 2014 pero desde entonces desapareció de las convocatorias. Pedro es un extremo rápido, eléctrico, con gol, capaz de leer los partidos y de abrir las latas. Un artista canario más que cuando vio que su titular no se consolidaba en el club catalán, fue traspasado al Chelsea en donde en la última temporada ha ido disminuyendo su participación.

Pedro Rodríguez llegó al Barcelona en 2009 dando un golpe sobre la mesa.
Pedro Rodríguez llegó al Barcelona en 2009 dando un golpe sobre la mesa.

Pero no nos olvidemos de David Silva, el genio que triunfó en el Valencia y abrió las puertas del Manchester City al resto de españoles que han ido llegando posteriomente al equipo que hoy entrena Manuel Pellegrini. Toque, clase, asistencias y gol. Todo eso aporta David, que también ganó dos Eurocopas y un Mundial con la selección y que ahora ha anunciado que la abandona tras ser 125 veces internacional y haber aportado 35 goles. De hecho, anotó el primer gol en la final de la  Eurocopa en Kiev ante Italia y también conquistó el mundial de Sudáfrica y la Eurocopa 2008. Posee la magia de Arguineguín.

David Silva, junto a Pedro Rodríguez, fue una de las piezas clave de la Eurocopa conquistada por España en Kiev.

La misma magia de Silva la tenía Juan Carlos Valerón, que no triunfó en el Atlético de Madrid, pero que se convirtió en el futbolista estrella de casi el mejor Depor de la historia. El hombre que veía los pases donde nadie más. El mundo y el resto de futbolistas se paraban cuando cogía el balón. El mago. El flaco. El maestro. El tipo de la voz aflautada que encandiló a las meigas de La Coruña con sus trucos de chistera de allá en frente de África y que posteriormente volvió a Las Palmas para decir adiós en casa a su magnífica carrera profesional. A Valerón le acompañó siempre en La Coruña, Manuel Pablo, grancanario de Arucas y con nada menos que 18 temporadas como deportivista para un lateral derecho casi eterno que figura por derecho propio en el recuerdo del mejor Deportivo de la historia. Campeón de liga en 2000 y de Copa en 2002 además de dos Supercopas, Manuel Pablo también fue internacional con España en 13 ocasiones.

El primer mago de Arguineguín, el segundo es Silva, fue Juan Carlos Valerón.
El primer mago de Arguineguín, el segundo es Silva, fue Juan Carlos Valerón.

Y de sangre caliente como corresponde a alguien salido de esas latitudes es Rubén Castro, el que fuera el alma del Betis. Si él estaba bien, el equipo sevillano podía jugar la Europa League o incluso pensar en la Champions. Si se peleaba a golpes con su novia, se lesionaba y no coge la forma, el equipo verdiblanco caminaba hundido en el descenso. Rubén Castro, también de Las Palmas de Gran Canaria, igualmente probó suerte en el Deportivo de La Coruña, pero donde de verdad triunfó fue en el club hispalense antes de probar en China y finalmente regresar a su casa en Las Palmas. Hombre gol, sobre todo, pero también posee velocidad y desborde. Y, por seguir con los delanteros, otro que lo hizo bien vestido de verdiblanco y procedía de las islas fue Pier Luigi Cherubino, que también defendió los colores del Tenerife, sobre todo, y el Zaragoza. Hombre gol donde los hubiera, que hoy aspira a convertirse en presidente del C.D. Tenerife para devolverlo a Primera División.

Los ha habido, además, leñeros y peleones como el duro y consistente Juanito, también Rodríguez, que fue defensa del Atlético de Madrid y el Sevilla más marrullero. O Paco Jémez, hoy fino entrenador defensor del juego de toque y antaño portentoso zaguero que repartió su dureza entre el Rayo Vallecano y el Deportivo de La Coruña.

¿Y qué pensar de aquellos a los que algunos vieron en blanco y negro? A destacar Luis Molowny, que marcó una época en el Real Madrid, no sólo como jugador, sino también como entrenador. Un centrocampista con mucha clase. También hay que destacar a Alfonso Silva, Lobito Negro y Mújica, tres que fueron estrellas en el Atlético de Madrid, a un portero como Betancort, del Real Madrid y de la Selección Española, o un lateral como Gerardo, que hizo buena carrera en el Barça. Los hubo finos extremos como León, zagueros infranqueables como Castellano y Roque, medios inmensos como Justo Gilberto y Félix. No podemos olvidar a Martín II, un lateral que se incorporaba al ataque como hoy lo hacen Alves o Marcelo ¿Fue el primer carrilero de la historia del fútbol español? Y si de artistas del fútbol se trata, no podemos terminar sin mencionar a Tonono, Juanito Guedes y Germán Dévora.

Los plátanos de Canarias están muy ricos, una fruta sabrosa, para disfrutar tras unas patatas con mojo picón mientras vemos en acción a los portentosos artistas del balompie canario. Silva, Pedro y los emergentes Roque Mesa y Vitolo son hoy sus caras más visibles.

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