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Por Daniel Riobóo Buezo 

En los últimos días el dopaje ha vuelto a copar las portadas de los medios con nuevos casos como los de la mediática tenista rusa Maria Sharapova o la atleta etíope nacionalizada sueca Abeba Aregawi, campeona del mundo de 1500 metros en 2013. Además, se rumorea que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) puede anunciar próximamente positivos de atletas de altísimo nivel de Etiopía y Kenia, dos países de los que hasta hace poco no se dudaba. En el caso de la ganadora de cinco Grand Slams, ella misma desveló que durante el pasado Open de Australia dio positivo en un control antidopaje por el consumo de meldonium, una hormona que aumenta la resistencia física y la capacidad mental y que está incluida en la lista de sustancias prohibidas desde el 1 de enero por lo que se espera que pueda haber más casos de positivo por la misma que conozcamos próximamente.

Con los escándalos del dopaje de los últimos años se puede escribir una gran novela, claramente de género negro. Ley del silencio, chantajes, juicios continuos, arrepentidos que reciben amenazas por su confesión, muertes prematuras entre deportistas…Sin duda el dopaje es la lacra del deporte y la posibilidad del triunfo y sus suculentos réditos económicos siguen tentando a algunos deportistas a recurrir a sustancias y fármacos prohibidos para aumentar su rendimiento. Realmente esta tentación de tomar atajos hacia la victoria ha existido desde siempre en el deporte, aunque no de forma tan profesional.

El comienzo de la persecución del dopaje

El dopaje empezó a ser perseguido de verdad desde que la muerte del británico Tom Simpson en el Tour de 1967 hizo ver que la barra libre no podía seguir, que la salud de los deportistas estaba claramente en peligro y que era necesario regular al respecto. Desde entonces la lista de sustancias prohibidas ha ido ampliándose. Pero cuando hablamos de dopaje no siempre conocemos con exactitud en qué consisten estos fármacos «ilegales», a qué ayudan y qué contraindicaciones tienen. Desde 1999 la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) trata de armonizar las distintas legislaciones nacionales en la materia a través del Código Mundial Antidopaje que regula sobre las sustancias ilegales y actualiza el listado una vez al año. De ahí el siguiente diccionario, aunque la lista es tan amplia que nos centraremos en las más utilizadas, dando por descontado que los controles siempre van por detrás de los tramposos.

Escultura en memoria a Tom Simpson en el Mont Ventoux. Su caso provocó el inicio de los controles antidopaje.

Alcohol-El alcohol sólo está prohibido en competición en unos pocos deportes, entre ellos el automovilismo, el kárate, el motociclismo o el tiro con arco y para detectarlo se realizan análisis del aliento y/o de la sangre. El umbral de la norma antidopaje está fijado en 0.10 gramos por litro.

Anabolizantes-Son sustancias que el cuerpo produce naturalmente pero que también se producen artificialmente para aumentar la musculatura de los deportistas y así ganar en potencia por lo que son utilizadas principalmente en deportes de fuerza como la halterofilia, el fútbol americano o las pruebas de velocidad, entre otros. Pero nuestro cuerpo no esta acostumbrado a tener dicha sustancia en mayores cantidades de las producidas naturalmente por lo que este exceso puede causar esterilidad e incluso provocar problemas renales, taquicardias y hasta la muerte.

Anfetaminas-Al igual que su popularización en ámbitos más hedonistas, su uso generalizado en el deporte data de los años 60 y 70. Su mezcla accidental con alcohol causó la muerte del ciclista británico Tom Simpson en el Tour de 1967. En ese momento era una práctica muy extendida entre los ciclistas aunque, afortunadamente, su utilización cesó rápidamente al comenzar el Tour de Francia a realizar controles al año siguiente.

Betabloqueantes-Son medicamentos recetados para disminuir la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. También son usados en el tratamiento de migrañas y para controlar temblores. Al reducir el ritmo de los latidos del corazón y permitir una mayor estabilidad del pulso son utilizados en deportes como el automovilismo, el golf, el esquí, el tiro (al plato o con arco) o los saltos de natación. Como contraindicaciones, su uso excesivo puede producir fallos cardiacos, depresión, desordenes del sueño o disfunción sexual.

Cannabinoides-Son sustancias químicas que se encuentran en la planta del cannabis y que, en un primer momento, activan la mente aunque sus efectos secundarios no son precisamente idóneos para la práctica deportiva. Sus derivados, el hachís y la marihuana, están prohibidos a pesar de que no mejoran las prestaciones deportivas. Aunque sea utilizado como forma de evasión, sus restos permanecen en la sangre y la orina durante un tiempo prolongado por lo que ha habido muchos casos de positivo. Entre los más destacados está el del gimnasta Gervasio Deferr que perdió una medalla de plata de un mundial o el más reciente del boxeador mexicano Julio César Chávez Junior.

Clembuterol-Es un fármaco que se emplea en enfermedades respiratorias para favorecer la descongestión de las vías respiratorias y para dilatar los bronquios pero también contribuye a aumentar la masa muscular y disminuir la grasa. Es la sustancia por la que, en una dosis mínima, Alberto Contador dio positivo en el Tour de 2011. Aunque el ciclista (asmático) alegó la contaminación alimenticia, tras un prolongado proceso fue sancionado a dos años sin competir y le retiraron los títulos obtenidos desde el positivo a la celebración del juicio. El clembuterol se utiliza masivamente para engordar al ganado vacuno, por lo que se puede dar positivo al comer este. Es el argumento que usó la defensa de Contador y, aunque no fue aceptado, sí lo ha sido en otros casos como el de varios futbolistas de la selección mexicana que finalmente fueron absueltos en 2011.

Diuréticos-Son medicamentos que actúan en los riñones provocando la expulsión de grandes cantidades de agua. Se utilizan para disminuir la tensión arterial, mejorar la función renal y disminuir la retención de líquidos. Aunque no son sustancias que ayuden directamente a mejorar el rendimiento deportivo, se utilizan para enmascarar el consumo de otras en los controles antidopaje. Además, al eliminar el exceso de líquido corporal, son frecuentemente usados por los boxeadores para bajar de peso antes de los pesajes oficiales que les permiten competir en las diferentes categorías. Como contraindicaciones, la deshidratación, calambres, disminución de la fuerza y la resistencia muscular o taquicardia. El ciclista luxemburgués Fränk Schleck dió positivo en el Tour de Francia por un diurético. 

Dopaje sanguíneo– Las transfusiones y autotransfusiones sanguíneas por vía intravenosa permiten elevar el nivel de oxígeno que se transmite a los músculos mediante un mayor número de glóbulos rojos lo que mejora la capacidad aeróbica del deportista que se dedica a correr, nadar o saltar. El dopaje sanguíneo no era considerado como tal hasta 2005 por lo que se cree que ha sido una práctica muy extendida en varios deportes. Entre sus peligros, puede provocar el contagio de enfermedades por los métodos de extracción, almacenaje o reinyección. Además, de no ser realizadas por personal sanitario, el riesgo para la salud puede ser grave y puede provocar una trombosis o incluso un infarto. Es el caso, entre otros, del ciclista italiano Ricardo Riccó que, tras cumplir dos años de sanción por dopaje, trató de hacerse una autotranfusión y casi muere en el intento. Posteriormente el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ratificó su sanción a doce años por lo que no volverá a competir.

Esteroides-Son un tipo de anabolizantes y, entre ellos, los mas extendidos son la cortisona, la nandrolona, la testosterona o el estanozodol. Aumentan la masa muscular y la fuerza y disminuyen el agotamiento producido por el esfuerzo. Entre sus efectos negativos, potencian la agresividad y, a largo plazo, el riesgo de padecer tumores y trastornos cardiovasculares, ya que elevan la tensión arterial y el pulso. Además, también pueden provocar problemas en el hígado así como de erección e infertilidad. Es la sustancia presente en la mayoría de los positivos de disciplinas como la halterofilia y también estuvieron detrás de la descalificación del velocista Ben Johnson tras superar el récord del mundo de los 100m en los Juegos Olímpicos de Seúl.

Estimulantes-Entre ellos los más populares son la cafeína, la cocaína o la efedrina. Se utilizan para estar más despierto y demorar la fatiga, retrasando su aparición. Su consumo excesivo pueden causar problemas cardiovasculares como infartos o ictus. Uno de los casos más mediáticos fue el de Diego Armando Maradona, que dió positivo por cocaína en 1991 y fue sancionado a quince meses. Posteriormente, en el mundial de Estados Unidos en 1994, dio de nuevo positivo, esta vez por efedrina. Más tarde y ya retirado tuvo graves problemas de adicción a la cocaína y reconoció que la había consumido durante prácticamente toda su carrera. El caso de Maradona no es algo aislado en el fútbol, quizá no son tan numerosos los casos como en otros deportes y escasos los controles pero haberlos «haylos».

Continuará…

-El diccionario del dopaje (II)

– Quince años conviviendo con los escándalos de dopaje

-Las mayores hazañas de los mundiales de atletismo

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