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Por Daniel Riobóo Buezo 

Tras un 2020 convulso por la pandemia, todos creíamos que en 2021 se recobraría progresivamente la normalidad gracias a los protocolos sanitarios y, posteriormente, por la llegada de la vacunación masiva. Pero de momento, la incidencia global de la tercera ola está poniendo en entredicho nuestras previsiones y deseos, por ejemplo en lo referente a la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio.

Cómo está la situación

Como todos sabemos, a raíz de la pandemia mundial, los Juegos Olímpicos de Tokio fueron pospuestos un año fijándose sus fechas del 23 de julio al 8 de agosto de 2021 mientras los Paralímpicos se celebrarán del 24 de agosto al 5 de septiembre. Ante la situación actual, el Comité Olímpico Internacional y el Comité local están barajando varios escenarios para la celebración garantizando la seguridad sanitaria. Mientras, entre la población de Japón aumentan las reticencias a la celebración en las fechas previstas ante el aumento de los contagios y la probabilidad de que se celebren sin público. La polémica se ha avivado aún más tras la publicación  en el diario británico «The Times» de una información según la cual, y recurriendo a una fuente gubernamental cuyo nombre el periódico no desvela, el gobierno japonés habría concluido en privado que los JJOO tendrán que ser cancelados para centrarse en conseguir que la capital nipona pueda albergar los de 2032 ya que las dos próximas ediciones ya se han adjudicado a París y Los Ángeles.

La publicación del diario «The Times» ha encendido las alarmas y generado un amplio debate.

A raíz del debate generado tras esta publicación, el Comité Olímpico Internacional y el propio gobierno japonés no ha tardado en responder para hacer público en un comunicado que los Juegos se celebrarán en las fechas previstas y afirmando que la publicación del diario inglés es «categóricamente falsa».  Por su parte, y tras una reunión de Thomas Bach con los presidentes de los Comités Olímpicos nacionales, Alejandro Blanco, presidente del COE, ha afirmado que los Juegos de 2020  comenzarán el 23 de julio de 2021 “con un 100% de seguridad” mientras, sobre los escenarios previstos, Blanco manifestaba que “aún no se ha entrado en detalles de limitación de público pero el COI nos ha contado que para evitar grandes aglomeraciones en la Villa Olímpica se va a pedir a los deportistas que viajen a Tokio como muy pronto cinco días antes de su competición y que se vuelvan a casa dos días después a más tardar”. Pese a estas afirmaciones, el debate sobre su celebración según lo previsto o sobre la idoneidad de un nuevo aplazamiento o cancelación ya está abierto con varios argumentos de peso tanto a favor como en contra.

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El comunicado del COI niega la información de «The Times» y mantiene las fechas previstas.
Argumentos a favor de la celebración de los JJOO en las fechas previstas

La situación de la pandemia en verano habrá mejorado claramente. Tanto el COI como el comité local se muestran optimistas de cara a los próximos meses con el progreso de la vacunación y asegurando que habrá protocolos sanitarios y «burbujas» que permitan celebrar los JJOO con seguridad aunque sea sin público o con limitación de aforos

Nunca se han cancelado unos Juegos Olímpicos salvo por las dos guerras mundiales. Desde los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896, tan sólo tres ediciones, las de 1916 (prevista para Berlín), 1940 (Helsinki) y 1944 (Londres) han sido canceladas por lo que el Comité Olímpico pretende celebrarlos para simbolizar el futuro triunfo del mundo contra la pandemia.

-El Comité Olímpico Internacional podría entrar en bancarrota si los JJOO no se celebran hasta 2024. El 75% de los ingresos del COI en el último ciclo olímpico vinieron de las retransmisiones televisivas. Entonces la cifra superó los 5.000 millones de euros. El 25% restante proviene de los contratos con los patrocinadores oficiales encabezados por Coca Cola, Visa, Toyota o Samsung. Con el dinero que hay en juego y las posibles indemnizaciones, la cancelación podría llevar a la ruina a la institución que dirige Thomas Bach.

-Los poseedores de los derechos de televisión (y los patrocinadores) no pueden permitirse una cancelación. La cadena NBC estadounidense se gastó la friolera de 2.500 millones por retransmitir los Juegos de Río de Janeiro y ya ha firmado acuerdos publicitarios que le permitirían el retorno de la inversión por lo que tendrían que ponerse en contacto con sus anunciantes para que permitiesen cambiar el contrato actual. Algo parecido ocurriría con los patrocinadores oficiales, que no se han pronunciado sobre la posible cancelación, pero parece que tampoco querrían que se aplace un evento en el que han invertido gran parte de sus beneficios.

Argumentos para un aplazamiento o cancelación definitiva de Tokio 2020

-Las medidas sanitarias y el aplazamiento hacen que los Juegos no sean rentables. Tras el aplazamiento, los JJOO de Tokio han incrementado el coste previsto en 2.800 millones de dólares para un total, mínimo, de 15.800 millones de dólares, lo que haría de Tokio 2020 la edición de los Juegos de verano más cara de la historia. Además, el hecho de poder celebrarse sin público arruinaría cualquier perspectiva de ganancia, algo que podría provocar la decisión de la cancelación definitiva, según The Times.

-La opinión pública japonesa cada vez es más reticente a su celebración en 2021. Actualmente, el 80 por ciento de japoneses encuestados por la agencia oficial de noticias del país, Kyodo, opinan que los Juegos Olímpicos de Tokio deberían quedar aplazados de nuevo o suspenderse definitivamente dadas las perspectivas actuales de la pandemia. Según la encuesta, el 35,3 por ciento se muestra a favor de la cancelación, mientras que el 44,8 por ciento considera que el evento debería retrasarse una vez más.

-Es imposible garantizar la seguridad sanitaria total. Para muchos, la realización de tests continuos antes y durante los Juegos, el establecimiento de burbujas e incluso la celebración de los JJOO sin público no pueden garantizar que no pueda haber contagios o brotes del virus durante su celebración.

-Vacunar a los asistentes y a la organización sería discriminatorio. Con la indignación que están despertando los casos en los que algunos cargos políticos o públicos se saltan los grupos prioritarios establecidos, poder dar un trato de favor vacunando a los 15 mil deportistas y sus equipos técnicos así como a los miembros de la organización sería injusto para una gran parte de la población.

Estos son solo algunos de los argumentos a favor y en contra de la celebración en las fechas previstas. Probablemente para conocer la decisión definitiva del COI y del gobierno japonés tendremos que esperar dos meses ya que en 2020 el anuncio de su aplazamiento se produjo el 24 de marzo. Mientras conocemos la decisión, y para levantar la moral, os enlazamos tres artículos con sus respectivos contenidos audiovisuales sobre las grandes hazañas históricas de los Juegos, esperemos que reviviéndolas os hagan desear que los Juegos Olímpicos se celebren este año tanto como a nosotros.

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