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Por Daniel Riobóo Buezo

Diego Armando Maradona nos ha dejado a los 60 años. Con él se va un auténtico icono del siglo XX y uno de los últimos jugadores románticos de los que ya no se ven en el fútbol moderno, aquellos capaces de besar el cielo y casi al día siguiente descender a los infiernos. Un jugador único con una existencia tortuosa, de las que no dejaban a nadie indiferente. Ha muerto a una edad precoz para cualquier persona pero no para Maradona, ya que vivió tres vidas en una. La del genio único, la vida al límite de una personalidad rebelde y adictiva y la de la rehabilitación nunca completada y la preparación para la inmortalidad. Prácticamente está todo escrito sobre su dualidad, la de Diego y la de Maradona así que, como homenaje, nosotros hemos decidido ponerle música, y un poquito de letra, a su vida.

La narración del gol imposible a los ingleses (Víctor Hugo Morales)

Maradona ganó un mundial, y casi un segundo, pero el de México 86 siempre va a tener una banda sonora inolvidable, la de la narración de Víctor Hugo Morales del segundo gol del Pelusa a los ingleses -tras la no menos mítica mano de Dios- en la semifinal del mundial. Sin duda es uno de los mejores de la historia del fútbol en un partido que para muchos argentinos supuso  un desquite por la reciente guerra de las Malvinas. Aunque no sea una canción, nos sigue sonando a música ya que probablemente sea la narración más icónica de la historia del fútbol.

«Ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja al tercero y va a tocar para Burruchaga… ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta… Gooooool… Gooooool… ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme… Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos… Barrilete cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 – Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona… Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 – Inglaterra 0.»

 

«Santa Maradona» (Mano Negra)

Coetáneo de Maradona, Manu Chao sintió un intenso flechazo con la cultura latinoamericana y, como amante del fútbol, quiso componer una oda a la pasión en las gradas y a Maradona como pope supremo del rey fútbol y de la religión maradoniana. La pegajosa «Santa Maradona» fue el primer corte del disco “Casa Babylon”, publicado por Mano Negra en 1994.

 

«Maradó» (Los Piojos)

Con una introducción recitada por su cantante Andrés Ciro en clave gauchesca, la canción «Maradó» de Los Piojos  se convirtió en un himno rockero en 1996, el año en el que Maradona se retiraba. Este homenaje vitamínico e hipercontagioso describe a Maradona como un Robin Hood moderno que “a los poderosos reta y ataca a los más villanos” y formó parte de su disco «Tercer Arco».

 

«Maradona» (Andrés Calamaro)

Amigo íntimo de Maradona y porteño como él, Andrés Calamaro compuso su particular y sentido homenaje a quien consideraba mucho más que un jugador de fútbol, un verdadero artista provisto de un don celestial. La canción formó parte de su disco doble «Honestidad brutal» (1999).

 

«La mano de Dios» (Alejandro Romero y El Potro Rodrigo)

La canción, una cumbia muy celebrada, fue escrita en el año 2000 por Alejandro Romero e interpretada por Rodrigo «El Potro» Bueno y narra la historia de vida de Maradona desde sus inicios en los ‘potreros’ hasta lograr el gol, tan controvertido como histórico, contra Inglaterra que lo convirtió en un icono de su país.

 

«Estadio Azteca» (Marcelo Scornik y Andrés Calamaro)

Los homenajes a Maradona por parte de Calamaro no quedaron aquí. Cinco años después, el antiguo líder de Los abuelos de la nada y Los Rodríguez le dedicó esta joya escrita por Marcelo Scornik. La letra de «Estadio azteca» es misteriosa, habla de fútbol y miseria pero también de la pérdida de la inocencia y del imparable paso del tiempo y hay quien también dice que lo hace subliminalmente de temas más duros como la dictadura argentina y la cocaína. Para su autor, Marcelo Scornik, la canción es un «rejunte de recuerdos y emociones». Fue el primer sencillo de su álbum «El cantante» de 2004 e inmediatamente se convirtió en un himno . Comienza así:

Prendido, a tu botella vacía
Esa que antes, siempre tuvo gusto a nada
Apretando los dedos, agarrándome
Dándole mi vida, a ese paraavalanchas

Cuando era niño, y conocí el Estadio Azteca
Me quedé duro, me aplastó ver al gigante
De grande me volvió a pasar lo mismo
Pero ya estaba duro mucho antes…

 

«Dieguitos y Mafaldas» (Joaquín Sabina)

Sabina y Maradona han sido grandes amigos y hasta han cantado juntos en el escenario. En su canción «Dieguitos y Mafaldas», Sabina tiene una musa llamada Paula que es hincha de Boca y él va a la cancha dibujando Dieguitos y Mafaldas en referencia a Maradona y al inolvidable personaje del dibujante argentino Quino. Se trata de una letra que habla de la pasión por el fútbol y por Boca Juniors por encima del amor y está ambientada en un Buenos Aires noventero. La canción forma parte del álbum “19 días y 500 noches” (1999) y también fue adaptada por la hinchada de Boca. En este concierto en el Luna Park de Buenos Aires, Sabina se la dedicaba a Claudia Villafañe, la primera mujer de Maradona y madre de sus hijas Dalma y Gianina.

 

«No te mueras más» (Joaquín Sabina)

Mientras esperamos que le pueda dedicar una canción póstuma, Sabina también escribió un soneto dedicado a Maradona en 2004, el titulado «No te mueras más» y que anticipaba algo que finalmente ha ocurrido, que el gran genio del fútbol argentino antes de Leo Messi nos deje prematuramente.

Maldito sea el vómito, la arteria
que disloca la coca de los pibes,
vivir era un balón de feria en feria,
morir… un cero a uno contra River.

Maldita sea la carga desalmada
que te pitó un penal, letal e injusto,
maldita sed de todo siendo nada,
no te nos mueras más ¡pucha qué susto!

Qué falta de respeto, mundo killer,
los penúltimos llegan los terceros,
Nápoles, cebollita, Barcelona.

Malditos sean Coppola y Zisterpiller,
los dealers, las madamas, los banqueros
que le chupan la sangre a Maradona.

Estas son solo algunas de las canciones inspiradas y dedicadas a Maradona pero hay muchas más, especialmente por parte de músicos argentinos como «Maradona blues» de Charly García, «Capitán Pelusa» de Los Cafres o «Dale alegría a mi corazón» de Fito Paéz, entre otras. Y es que, si algo tuvo Diego Maradona, es que no dejaba a nadie indiferente. Amado y criticado hasta la extenuación, como dice Jorge Valdano: «fue el fatal recorrido desde su condición de humano al de mito, el que lo dividió en dos: por un lado, Diego; por el otro, Maradona». En gran medida por esa dualidad tan acentuada y contrapuesta Maradona seguirá siendo cantado, recitado y recordado ya que su figura es, desde ahora, todavía más legendaria.

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