Las pifias del deporte en 2012
Por DANIEL RIOBÓO BUEZO Seguir a @danirioboo
En Deporadictos también intentamos reflejar el lado más divertido del deporte y, como es tiempo de resúmenes anuales, hemos decidido recoger algunas de las mayores pifias del año para terminarlo con una sonrisa.
Nuestra breve recopilación no podría empezar sin el más mediático de los errores de 2012. Corría el mes de abril y, en las semifinales de la Liga de campeones, Real Madrid y Bayern de Múnich empataban a todo y la eliminatoria tenía que decidirse desde los once metros. En la suerte maldita, Sergio Ramos tuvo un penalti decisivo en sus botas pero lo mandó muy por encima del larguero. El Madrid cayó eliminado e inmediatamente las bromas inundaron las redes sociales durante varios días, con enfrentamiento del defensa madridista con el portero del Bayern incluído.
Eso sí, dos meses después Ramos se resarció a lo grande de su fatídico error. En la tanda de penaltis contra Portugal en las semifinales de la Eurocopa todos temblamos cuando le vimos dirigirse hacia el balón pero…¡sorpresa! nos deleitó con un maravilloso penalti a lo Panenka que despejó el camino hacia la final y dejó a Cristiano Ronaldo lamentando la «injustisia».
Pocos meses más tarde, al defensa sevillano le salió un serio competidor a la hora de lanzar balones al segundo anfiteatro. Se trata de Jonathan Soriano, ex canterano del Barça y ahora jugador del Red Bull Salzburgo que, en el partido de la liga austríaca contra el Rapid de Viena, hizo lo que podéis ver a continuación. Seguro que ahora comprendéis mejor aquello de que Red Bull te da alas…
El baloncesto también nos ha dejado pifias considerables pero, a la hora de elegir, hemos decidido quedarnos con esta jugada insólita en una cancha de Estados Unidos en el que, probablemente, pueda ser el peor tiro libre de la historia. Y el responsable no es Dwight Howard, sino un jugador de la Appalachian State University de Carolina del Norte. Agárrense los empastes.
Pero 2012 también ha sido año olímpico por lo que no podíamos olvidarnos de la cita cumbre del deporte y, aunque en los Juegos de Londres vimos actuaciones prodigiosas, también hubo tiempo para caídas, errores y algunos momentos realmente divertidos.
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