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Por Daniel Riobóo Buezo

Si preguntamos cuál es la selección más exitosa del deporte español, probablemente casi nadie se acordará de la selección de hockey patines, campeona de todo durante tantos años. Al tratarse de un deporte minoritario, poca gente los valora como merecen. Probablemente la mayoría elegiría a la Roja de fútbol, invencible en grandes torneos desde 2008 a 2012, con dos Eurocopas y un mundial como motivos para presumir. Pero algunos se acordarían con buen criterio del caso que nos ocupa, la selección de baloncesto de los últimos años, comandada por los juniors de oro que tumbaron a Estados Unidos en el mundial de Lisboa en 1999 y que, desde poco después, transformaron una dinámica de ocasiones perdidas en una fecunda cosecha de títulos y podios. Sin ir más lejos, desde el europeo de 2003 (habiendo campeonato de Europa cada dos años), la selección liderada por Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes ha conseguido un mundial de baloncesto (Japón 2006), dos campeonatos de Europa (Polonia 2009 y Lituania 2011), dos platas olímpicas (Pekín 2008 y Londres 2012) y otros tres podios europeos, plata en Suecia 2003, España 2007 y el bronce en Eslovenia 2013, esta última sin los tres ausentes que regresan para el mundial en casa, para la cita en la que España pretende derrotar a Estados Unidos vengando las dos derrotas olímpicas para volver a hacer historia.

Testigo de todas estas luces y de algunas sombras y ocasiones fallidas, pues todo equipo de leyenda tiene un aprendizaje con reveses, el periodista del diario El Mundo Luis Fernando López, cronista de los éxitos de la selección de baloncesto desde 2002 a 2012 ya que en 2013, al igual que los Pau, Navarro o Reyes también cedió el testigo a un compañero para atender a otras responsabilidades en su periódico. Ahora, antes de la Copa del mundo de España (nombre oficial del torneo), ha publicado «Estos maravillosos años» (La esfera de los libros), un libro que ofrece un recorrido personal, riguroso y muy bien documentado, y que recoge los testimonios de todos los personajes clave en este casi siempre triunfal periodo, desde los propios jugadores a los ex seleccionadores (Carlos Saínz de Aja, Sergio Scariolo o Pepu Hernández entre otros) y del presidente de la Federación de baloncesto, José Luis Sáez, otro de los artífices de esta selección ya histórica. Antes de las preguntas al autor, un aperitivo suculento, la final del mundial junior de 1999, la presentación ante el gran público de una generación irrepetible y que, magníficamente complementada, ha elevado el baloncesto español a la cima del deporte mundial.

Por repasar cronológicamente el recorrido de esta generación, el estallido de los juniors de oro se produce para el gran público al derrotar a EEUU en el mundial de Lisboa en 1999. De esta generación no todos llegaron a la selección absoluta pero quizá hoy no se reconoce lo suficiente al arquitecto de aquel éxito, al entonces seleccionador junior Charly Sainz de Aja, al que entrevistas y reivindicas en tu libro. El incluso predijo que varios jugadores de aquel equipo llegarían a la NBA. ¿Crees que podría haber llegado a ser seleccionador nacional?

Es posible que hubiese podido llegar a ser un buen seleccionador nacional, que podría estar en la línea de Orenga, un hombre de la casa, de la Federación, aunque quizá un poco alejado de entrenar en la élite del baloncesto. En el libro se le reivindica, no solo porque no esté entrenando sino porque la memoria sea tan frágil. Cualquiera que haya seguido el baloncesto puede ver que en los últimos diez años no se le ha podido ver en los actos de este deporte. Esa es un poco la reivindicación ya que fue el primer padrino de estos chicos y quien confió en ellos y da pena que esté tan desaparecido.

¿Qué es lo que tenían aquellos jugadores (Navarro, Gasol, Felipe, Raúl López, Cabezas, Berni Rodríguez, etc.) que quizá no tenían las generaciones precedentes además de su evidente talento?

Ellos lo que tenían era un talento superior a todos los anteriores. Hace poco Orenga me comentaba en una entrevista que, además del compromiso de estos jugadores, lo que no había en el pasado eran Pau o Marc Gasol, tíos de 2.15. Es verdad que tenían un talento diferente y superior a generaciones anteriores pero también una mentalidad diferente a ellos. Si se leen declaraciones de ellos con 18 o 19 años, por ejemplo de Navarro, puede parecer pretencioso y hasta arrogante y no lo es, cualquiera puede ver que no es ese tipo de jugador,. El decía que si iba al mundial junior era para ganar el mundial junior. Y esa dinámica se ha mantenido hasta hoy, no se han sentido nunca inferiores a nadie. Han tenido esas dos cosas, de mentalidad no parecían españoles o al menos como la mayoría de deportistas españoles hasta ese momento. Y además tienen una implicación superior a la de sus competidores, lo cual no quiere decir que no haya podido haber problemas de convivencia o rifirrafes entre ellos pero si que han demostrado un compromiso y una implicación que les ha permitido salvar situaciones que han acabado con otras generaciones de grandes jugadores en Lituania, Serbia, Yugoslavia u otras grandes selecciones.  En el caso de España, llevamos diez años hablando de un grupo de jugadores que sigue unido. Destacaría tres factores: talento, compromiso y mentalidad, en los que han sido muy superiores a cualquier otra generación.

También hay otro caso, el de Raúl López, el líder de aquella selección y al que las lesiones frenaron una progresión que parecía imparable. ¿Crees que esta selección hubiera podido llegar aún más lejos con un Raúl López al nivel de un, digamos, Tony Parker?

Es verdad que luego Calderón y Sergio Rodríguez han aliviado mucho la baja de Raúl López pero yo estoy seguro de que con un Raúl López sin lesiones hubiéramos podido ser campeones de Europa en 2003, en 2004 hubiéramos jugado semifinales de los Juegos Olímpicos y en 2005 no nos hubiéramos quedado fuera de la final del Eurobasket porque en estos tres años Calderón no era el jugador tan maduro que conocemos hoy. Creo que con un Raúl López sano, el palmarés de esta selección aún sería superior y desde 2006 con Calderón, Sergio Rodríguez, Cabezas o ya desde 2008 con Ricky no se le ha echado tanto de menos. Pero además, escribiendo el libro, he podido descubrir el papel de Raúl López, sabía que era una estrella en aquel equipo pero no que también era un jugador estelar fuera de la cancha, al que se arrimaban todos y que eran un líder del grupo y a quién pedía mediar la Federación en el Eurobasket junior de 1998 y en el propio mundial de 1999, era el interlocutor para aglutinar a sus compañeros. Y es una pena porque era el jugador con más talento y genialidad pura de aquella generación y sólo las lesiones le han impedido demostrarlo aunque también, pese a haberse fracturado dos veces la rodilla, ha completado una carrera de un altísimo nivel jugando incluso en la NBA.

Luis Fernando López ha sido testigo de los grandes campeonatos internacionales de baloncesto desde 2002 a 2012.
Luis Fernando López ha sido testigo de los grandes torneos internacionales de baloncesto desde 2002 a 2012.

Entre los años 2000 y 2005, hubo dos medallas europeas y, también, varias decepciones importantes (Juegos Olímpicos de 2000 y 2004, al caer en este caso en cuartos de final ante EEUU), mundial de 2002 y europeo de 2005. ¿Era la cuota que debía pagar la selección en su aprendizaje para ser un equipo ganador posteriormente? ¿Donde crees que estuvo el punto de inflexión?

Es un tópico del deporte pero creo que  para ganar una final hay que haber perdido alguna antes. Y pienso que sí hay que considerarlos años de aprendizaje porque luego dieron réditos pero si no hubiéramos sido campeones del mundo en 2006 estaríamos hablando de esas ocasión o de otras como perdidas. De hecho los JJOO de 2004 son una gran ocasión perdida aunque las dos platas olímpicas posteriores, tan bellas que casi parecen de oro, nos hayan hecho olvidar aquello pero no creo que España probablemente tenga otra oportunidad igual para ser campeona olímpica porque aquel equipo de EEUU en 2004 era accesible. Entonces teníamos imperfecciones en la dirección de juego por las lesiones de Raúl López pero visto desde hoy, como bien dices, son años de aprendizaje necesarios aunque en ocasiones parece que esta selección no necesitara ni siquiera aprender y que estaban ya enseñados y se puede pensar que con un poquito más de suerte, mejor dirección técnica o un mayor aprovechamiento de los recursos, esos años, además de aprendizaje, hubieran sido ya de éxitos rotundos, especialmente en aquellos JJOO de Atenas 2004.

Después, desde el punto de inflexión del mundial de 2006 y en el exitoso periodo hasta 2012 ha habido hasta tres seleccionadores (Pepu Hernández, Aíto García Reneses y Sergio Scariolo), cada uno con una diferente relación con la Federación y los jugadores, no siempre de afinidad como diseccionas en el libro, y los éxitos han continuado, con la excepción de 2010. ¿Hasta que punto la famosa autogestión del vestuario ha sido importante en este equipo?

Creo que ha sido fundamental para salir de los momentos complicados, en los últimos años e incluso en el europeo y mundial junior cuando necesitaban ganar un partido para acceder a semifinales. La autogestión ha sido importante pero tampoco hay que minusvalorar el trabajo de los seleccionadores. Y aunque elegir los jugadores pueda ser relativamente sencillo y casi todos estaríamos de acuerdo en la mayoría de ellos, entrenarlos no es tan sencillo y los tres ejemplos que citas son entrenadores del máximo nivel y no es casualidad que se hayan conseguido los éxitos con ellos. La autogestión ha sido básica y ha servido para superar dificultades pero para ganar campeonatos hay que estar bien entrenados y hay que gestionar bien los partidos y en eso estos tres seleccionadores son muy responsables de todos los éxitos. Y como prueba, quizá Pepu no estuvo tan acertado en el europeo de 2007 y «tan sólo» se consiguió la plata, o en el pasado en casos como los de Pesquera o Imbroda. Ello nos debe hacer valorar en su justa medida el papel del entrenador.

Desde el mundial de 2006 al de 2014, ocho años después, aún quedan siete jugadores que fueron campeones del mundo. ¿Es la continuidad y el compromiso lo que diferencia a esta selección de las demás? ¿Qué papel le otorgas a la Federación de baloncesto en haber conseguido que los jugadores siempre quieran volver pese a las presiones de sus equipos, especialmente de la NBA?

Creo que lo que más diferencia a esta selección de otras y de generaciones anteriores es el compromiso, solo comparable con Yugoslavia tras la guerra pero en este caso venían de un conflicto y de una suspensión para competir. En tiempos de paz no creo que haya habido ninguna selección tan comprometida como esta y es algo que justifica la prolongación del éxito. Y eso se debe al compromiso que ha fomentado mucha gente, en primer lugar y antes que nadie, la Federación, que ha creado unas condiciones óptimas para el trabajo, dándoles comodidades y permitiéndoles cierta libertad. Por ejemplo, cuando España se ha concentrado este año, casi todas las selecciones ya estaban concentradas y, por ejemplo, la propia selección española se concentró casi dos meses antes de los JJOO de Sidney 2000. En la selección todo se ha llevado con naturalidad y con responsabilidad por parte de los jugadores que tienen libertad para salir a cenar y volver casi a la hora que quieran pero al día siguiente estarán entrenando perfectamente. Todo esto lo ha favorecido la Federación, que es un actor básico en la consecución del éxito.

España, con un vestuario lleno de amigos y solidaridad, alcanzó la cima del éxito al triunfar sin Pau Gasol en la final del mundial 2006.
Con un vestuario lleno de amigos y solidaridad, España alcanzó la cima (incluso sin Pau Gasol) en la final del mundial 2006.

Siempre se ha dicho que otra de las claves de este equipo es que los jugadores son muy buenos amigos y hasta sus familias están deseando reunirse cada verano para seguir a la selección. ¿Hasta que punto crees que el modelo de compromiso, camaradería, unión del grupo y mentalidad ganadora de esta selección ha influido en los éxitos de otras selecciones, como por ejemplo la de fútbol, que en su momento señaló que el ejemplo a seguir era la  selección de baloncesto? ¿Cual es su legado para el deporte español?

Ellos no solo han conseguido éxitos sino que han mostrado que, lejos del patrón estajanovista de los entrenadores del este de mano dura, se puede ganar de una manera alegre y siendo amigos o, por lo menos, respetándose muchísimo. Y es que, aunque no todos sean amigos íntimos, en esta selección hay ejemplos de amistad pura, como el de Pau Gasol y Navarro. Si ellos simplemente hubieran sido compañeros quizá España no hubiera ganado todo lo que ha ganado, ya que sus dos protagonismos legítimos quizá hubieran chocado. No solo son compañeros sino amigos de verdad, de los que van de vacaciones juntos. Y eso ha sido básico y ha servido de ejemplo para la selección de fútbol cuyos jugadores lo destacaban en 2008 cuando empezaban a ganar y que les ha funcionado hasta que quizá han dejado de ser tan amigos por lo que ha traslucido tras el último mundial. Ver que el buen ambiente ayuda a ganar y que cuando no lo tienes te ayuda a perder, creo que es un buen legado y hasta la denominación de origen de este equipo y me cuesta pensar que esta selección lo pueda perder en los próximos años.

Si bien Felipe Reyes y Juan Carlos Navarro han sido fijos desde 2000 hasta 2012 en la selección, cuando Pau Gasol ha faltado (2005, 2010) es cuando la selección no ha obtenido medallas. Todos sabemos que su figura es clave por el salto de calidad que aporta al equipo. Pero, ¿qué otros jugadores crees que han contribuido decisivamente desde otro rol a esta selección ganadora?

Destacaría dos, Carlos Jiménez y Jorge Garbajosa, que son la sangre de esta selección y que venían de otros tiempos. En el libro cuento que en los JJOO de Sidney ellos comentan que había sido un desastre pero que tenían que disfrutar la experiencia porque quizá no volverían a ser olímpicos ya que España no había estado en los JJOO de 1996 y en los de 1992 había hecho el ridículo. Pero después volverían a ser olímpicos en 2004 y subcampeones en 2008. Ellos han protegido al equipo y han aportado cosas fundamentales, por ejemplo Garbajosa estuvo en el quinteto ideal del mundial 2006 y estaba a un nivel excepcional aunque todo el mundo se acuerde de la lesión de Pau Gasol. Y Carlos Jiménez ha sido un señor al que todos siguen valorando y continúan considerando que no ha habido un jugador como él ni puede haberlo por su generosidad. Pero también creo que tienen sucesores, como Navarro por cómo se ha comportado o en Ricky Rubio, que aún siendo muy joven tiene asumida perfectamente cual es la identidad de esta selección. Incluso Rudy Fernández, un jugador que se ha adaptado a su papel y ahora tiene muy clara su responsabilidad. Si no está Pau baja el nivel pero el éxito de esta selección es colectivo e incluso sin él se han podido conseguir logros.

El mundial tendrá un sistema de competición a modo de las conferencias de la NBA por lo que España y EEUU no se enfrentarían ni en octavos, ni en cuartos ni en semifinales. ¿Crees que España puede vencer a Estados Unidos, con bastantes bajas (Lebron James, Dwight Howard, Carmelo Anthony, Kobe Bryant y las últimas de Blake Griffin y Kevin Love, en una hipotética final? ¿Consideras que la clave puede ser el poderío del juego interior de España?

Creo que es una opción inmejorable por las bajas de Estados Unidos y porque España tiene una plantilla que no es peor que ninguna de las anteriores que hemos conocido y, sobre todo, tiene un equipo hecho mientras Estados Unidos está empezando a entrenar ahora y se tarda tiempo en acoplarlo. España ya estuvo muy cerca con estos jugadores tanto en 2008 como en 2012 y desde aquel partido hay diez jugadores que repiten por lo que España tiene una dinámica ya probada y exitosa y EEUU tiene que construir eso. La selección ya estuvo muy cerca de vencerles y aún puede estarlo más. Si llegan a esa final pretendida creo que España podría dar la sorpresa, aunque no sería tanta si bien a nivel individual los estadounidenses puedan ser superiores. Pero antes tienen que llegar a esa final y ni España lo tiene sencillo por su parte del cuadro ni EEUU, con esa fragilidad, ya que puede sufrir una sorpresa pero antes ambos tienen que llegar a esa final y para ninguno de los dos va a ser sencillo.

Este podría ser el último gran campeonato de algunos jugadores fundamentales. ¿Crees que tras un posible adiós a la selección de Pau, Navarro, Felipe o Calderón, los Rudy, Sergio Rodríguez, Marc, Ricky y compañía podrán seguir compitiendo al mismo nivel?

Creo que inevitablemente se notarán las ausencias pero la clave va a estar de nuevo en el compromiso, si siguen asistiendo a las convocatorias Marc Gasol y Serge Ibaka, España va a seguir teniendo un juego interior temible durante algunos años y en el resto del equipo hay ocho jugadores por debajo de los 30 años, lo que pasa es que llevamos tanto tiempo viéndolos que a veces parece que son jugadores ya en edad de retirada pero Rudy, Marc, Ricky, Llull, Sergio Rodríguez, son jugadores con un largo recorrido. Creo que España va a seguir siendo competitiva aunque quizá volver a sorprender a EEUU puede ser difícil de volver a ver ya que es algo muy vinculado a Pau Gasol que es uno de los mejores jugadores europeos de la historia pero, sin duda, va a seguir siendo competitiva. Si los mejores jugadores siguen comprometidos, en especial Marc Gasol y Serge Ibaka, porque este sigue siendo un deporte en el que los pivots poderosos marcan diferencias, creo que España puede seguir aspirando a lo máximo. Y aunque yo pensaba hace diez años que esto iba a durar poco, el tiempo nos ha demostrado que estábamos equivocados. Además Ibaka ha decidido jugar con España y, si no, siempre podrá venir Mirotic por lo que ese final de ciclo del que hemos hablado porque los jugadores se fueran a la NBA, ese análisis, lo hemos tenido que reformular porque la experiencia nos ha hecho comprobar que, por su compromiso, esta selección ha mantenido un nivel superior al que se podía esperar.

Me imagino que pese a que vas a trabajar mucho cubriendo el mundial no te importaría nada tener que echar horas extra para actualizar el libro con un nuevo capítulo si se produce el triunfo final…

No, de hecho el primer capítulo del libro, más periodístico, está vinculado al mundial y está puesto ahí con la ilusión de que ese capítulo desaparezca en el mes de septiembre para ser sustituido por otro en el que se hable de un nuevo oro mundial para España o de otra plata que parezca de oro. No tendré ningún problema en no dormir el 14 de septiembre para que el nuevo capítulo se pueda mandar a la editorial el mismo día 15 y el libro pueda tener una edición actualizada…

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