¿Quién es Kilian Jornet?
Por Luis Murillo Arias Seguir a @lmurilloarias y Daniel Riobóo Buezo Seguir a @danirioboo
Cuando en los diarios deportivos se habla de bestias de la naturaleza normalmente se refieren a nombres como Usain Bolt, Rafa Nadal, Cristiano Ronaldo o Alberto Contador. En definitiva, las estrellas de los deportes más mediáticos. Se dice que el ciclismo es uno de los más duros por pasar tantas horas encima de la bicicleta subiendo puertos colosales por carretera. Pero existe también otra raza de deportistas, entre los que se encuentra el catalán Kilian Jornet, que entrenan siete horas diarias y pueden estar mucho más tiempo corriendo por la montaña o esquiando, con unos esfuerzos mucho mayores y haciendo de la capacidad de sufrimiento el modo de vida. Aunque a algunos pueda sorprender, ésta es la manera que tiene este atleta de 29 años de disfrutar de su existencia. Para ellos, ésta es su pasión y, según el propio Jornet, el mayor fracaso que uno puede tener en la vida es no disfrutar con lo que se hace, perder el placer a una cosa que te gustaba. Cuántos tendrían que aplicarse el cuento y qué pocos pueden hacerlo. Él mismo reconoce que es necesario tener un punto de egoísmo para lograrlo. Es un hombre pegado a su iPhone, a sus guías de montaña, a un libro para desconectar de la misma, y aislado del mundo para disfrutar de ella. Y para él, disfrutar es batir todos los récords habidos y por haber en carreras de montaña.
El récord de ascenso al Everest sin oxígeno
En los últimos días Kilian ha sido noticia, aunque quizá menos de lo que debería serlo por la increíble gesta que acaba de lograr. Y es que Jornet defiende haber logrado el lunes un nuevo récord de velocidad en su ascensión al Monte Everest, al emplear un tiempo total de 26 horas para llegar a la cima. El blog de Kilian Jornet afirma que el corredor de montaña catalán habría hecho cumbre en la cima más alta del mundo sin oxígeno, sin utilizar cuerdas fijas y de una sola tirada. Con este ascenso, que forma parte del proyecto «Summits of My Life», Kilian habría establecido una nueva marca de velocidad de 26h desde el Campo Base del Everest (5.100) hasta la cima, a 8.484m. En su blog también se afirma que, debido a unas molestias estomacales Jornet no ha podido completar el descenso hasta el Campo Base del Everest y se recupera actualmente en el Campo Base Avanzado del Everest (6.400m). En palabras del propio Jornet, “hasta los 7.700m me he encontrado muy bien y avanzaba según el plan previsto, pero a partir de ese punto me he empezado a encontrar mal, supongo que por un virus estomacal. Desde allí he avanzado muy lentamente y tenía que ir parando cada poco para irme recuperando. Finalmente, he hecho cumbre a medianoche “.
En su ascenso al Everest Jornet ha empleado el llamado ‘estilo alpino’, sin ayuda de cuerdas ni oxígeno, considerado el más puro de la disciplina. Dentro de esta técnica podría reivindicar sus 26 horas como un nuevo récord, si bien está pendiente de la verificación y registro oficiales por parte de las autoridades locales tras analizar varias pruebas de su gesta, como los parámetros del GPS o las fotos desde la cima, las prácticas habituales en este tipo de casos. De ser así, la hazaña de Kilian sería una de las más destacadas en la historia del techo del mundo si bien, según el libro Guinness de los Récords, la subida más rápida al Everest, contando todos los estilos, la llevó a cabo en 1996 el italiano Hans Kammerlander, que tardó 16 horas y 45 minutos en alcanzar la cima del mundo, pero partiendo del campo base avanzado a 6.500 metros.
El proyecto «Summits of my life»
La última gesta de Kilian forma parte del proyecto «Summits of my life» que desde 2012 le ha llevado a viajar por todo el mundo intentando establecer récords de ascenso a las montañas más icónicas del planeta. Comenzó en 2012 y desde entonces ha escalado montañas en Europa (Mont Blanc y Cervino), en América del Norte (Denali) y en América del Sur (Aconcagua). En el caso del Everest, se trataba del segundo intento en hacer cima sin oxígeno ni cuerdas. En septiembre del 2016 Jornet hizo una primera tentativa en la montaña más alta del mundo pero, a pesar de encontrarse bien aclimatados y en buenas condiciones físicas, el equipo no pudo hacer ninguna tentativa de ascenso debido a una meteorología muy adversa, lo que le llevó a aplazar el reto. Para ello cambió de fechas viajando en la temporada primaveral. Las condiciones meteorológicas en esta ocasión han sido bastante favorables para el equipo, que ha podido aclimatarse en buenas condiciones y prepararse para el reto.
Antes de esta ascensión, Kilian ha superado otros retos. Primero subió la cima del Cervino, en los Alpes, por la cara italiana, en 2 horas 52 minutos y 2 segundos, lo que constituía el récord de esa ascensión. La anterior marca estaba en manos de Bruno Brunod en poco más de un cuarto de hora más en 1994. Meses después tuvo que ser rescatado junto a una compañera en el Mont Blanc por la gendarmería francesa cuando las condiciones atmosféricas se pusieron complicadas y se dio cuenta de que iba con un equipaje muy ligero. Por ello, Kilian recibió críticas de montañeros consagrados que lo acusaron de imprudente y de no respetar la montaña como se debe. Pero él siguió con su objetivo en mente. Posteriormente, en junio de 2014, logró el récord de ascenso y descenso del Monte Denali, también llamado McKinley, por la ruta «West Buttress» con un tiempo de 11h 46min utilizando una combinación de esquís y crampones. En esta ascensión Kilian rebajó en 5 horas y 6 min el anterior récord, en posesión de Ed Warren desde 2013. Unos meses más tarde, a finales de 2014, Kilian consiguió, en la segunda tentativa, establecer un nuevo récord de ascenso y descenso del Aconcagua (6.962m) después de 12 horas y 49 minutos de esfuerzo.
Por qué esta afición por la montaña
Jornet se crió con sus padres y su hermana en el refugio de montaña de Cap del Rec, situado en la estación de esquí de fondo de Lles de Cerdaña, en el pirineo catalán. Su infancia transcurrió a más de 2000 metros de altura y, para divertirse, en lugar de ver la televisión o jugar al fútbol, jugaba a atrapar animales, a correr detrás de su hermana, a deambular por caminos de montaña, a disfrutar, en definitiva, de la naturaleza en su sentido más puro. No cree en Dios, pero sí cree en la naturaleza y en que estar cada día en la montaña te ayuda a escucharla cuando te habla, a distinguir la personalidad diferente de cada una en función de los vientos. Con tres años Kilian subió su primer tres mil, a los cinco años coronó el Aneto y a los diez ya había hecho la travesía del pirineo integral y algunos 4000.
Qué deportes practica
Según él mismo publica en su web, al año recorre unos 7000 kilómetros corriendo por montaña, unos 6000 esquiando, unos 1000 en bicicleta, unos 50.000 en coche y demasiados en avión. Pasa seis meses al año haciendo esquí de montaña y el resto del tiempo también en la montaña pero con zapatillas. Cuando era más joven se apuntó en una lista todas las carreras de la Copa del Mundo de esquí de montaña y todas las de trailrrunning que quería ganar. Todas, absolutamente todas, están tachadas. Pero, para él, lo importante no es el objetivo cumplido, sino todo lo que ha tenido que hacer para lograrlo. Al haberlo ganado todo, se plantea nuevos retos. De ahí el alpinismo. No cree en los ídolos, pero si tuviera que elegir un referente, sería Walter Bonatti. Y Stéphane Brosse, de quien tuvo un póster colgado en la pared cuando era niño, que luego fue amigo y compañero de carreras, y que más tarde falleció en la montaña. Sabe que la muerte está siempre cerca, pero no por eso deja de perseguir su sueño.
Cuál es su método de entrenamiento
Ninguno científico, fundamentalmente entrenar muchas horas. Se basa mucho en el feeling, en lo que le apetece: subir un monte, atravesar un valle, etc. Por la mañana entrena entre tres y cinco horas y por la tarde unas dos. De noviembre a mayo, esquí de montaña (30-35 horas las semanas de carga, 20 las normales y 15 cuando está en competición). De mayo a noviembre, trailrunning. El 80% es corriendo en montaña y el resto con bici de carretera. Entre 20 y 35 horas las semanas de entreno y unas 16 horas las de competición. Sólo descansa ocho o diez días al año y se pega, como mucho, cinco o seis fiestas.
Para seguir su entrenamiento sigue varios principios: el de individualidad, que indica que cada persona tiene unas condiciones físicas y, por tanto, debe encontrar la práctica que le venga bien. El de especificidad, que indica que el entrenamiento tiene que reproducir lo mejor posible las condiciones de la competición. Es decir, si vamos a correr en montaña, debemos entrenar en montaña. El principio de sobrecargas. Cada entrenamiento implica una carga de trabajo, por tanto, es necesario el descanso. El de continuidad: es mejor entrenar poco muchos días que mucho un solo día. Y, por último, el de recuperación. Es parte del entrenamiento. Hay que estar relajado, estirar, beber.
Según Jornet, hay tres factores que influyen en el rendimiento que da una persona en una competición. Por un lado está el físico, dentro cual encontramos la alimentación, el entrenamiento y la genética. Por otro, el mental. Es importante encontrarse motivado, estar feliz, tener capacidad de sufrimiento. Y, por último, el material, en el que influyen el equipo y la técnica. La unión de los tres es la clave del éxito.
Qué come y qué bebe
No sigue ninguna pauta alimentaria. Su secreto es comer bien y equilibrado, pero con lo que tiene por casa, sobre la marcha. Ingiere poca carne ya que su madre es vegetariana y por ese motivo nunca ha sido un gran carnívoro. Por otro lado, es famoso por ser un gran amante de la nutella. A esto Kilian responde que hay que darse un placer de vez en cuando, puesto que uno de los principios que sigue es el de ser feliz para estar motivado. Dado que entrena muchas horas, hay que ingerir calorías para después quemarlas. A veces entrena en ayunas, puesto que le cuesta activarse para comer nada más levantarse. Es, sobre todo, pereza a la hora de desayunar, contraviniendo todas las leyes de la nutrición. No modifica sus hábitos alimentarios en cuanto a las carreras en las que compite. Lo que sí cambia sus rutinas es la meteorología, como a todo bicho viviente. En verano come cosas frescas y en invierno platos calientes.
En cuanto a los líquidos, durante las carreras cortas bebe poco y, sobre todo, no transporta mucha bebida para no llevar peso. Lo justo para tomar algunos geles diluidos. En carreras largas intenta beber antes de tener sed. En cualquier caso, al beber poco en los entrenamientos, tampoco lo hace en demasía en competición porque puede tener problemas digestivos. Es una cuestión genética pues, al no sudar mucho, tampoco necesita tanta agua.
Podéis leer más sobre su alimentación en esta entrevista que le hicieron en el New York Times.
Qué ha escrito
Kilian es un apasionado de la lectura y de la escritura. No en vano, es el típico que duerme con un boli y un cuaderno en la mesita de noche por si acaso se le ocurre una idea o le viene la inspiración en plena vigilia. Por ese gusto por la escritura surgió Correr o Morir, el diario de un prodigio de la naturaleza, sus vivencias que mezclan realidad y ficción. En él cuenta su filosofía de vida que se basa en el sacrificio para perseguir sus retos. En la persecución de un sueño. En la trasmisión de un mensaje. Las historias que puede contar un corredor de ultratrail y campeón mundial de skyrunning, una de las carreras más duras del planeta.
Posteriormente, la muerte de su ídolo Stephane Brosse en una ascensión al Mont Blanc, montaña que a él también casi le cuesta un disgusto, motivó su segundo libro, «La Frontera Invisible». Partiendo de esta experiencia, parte de su proyecto personal «Summits of my life», descubrimos una historia de aprendizaje vital forjada en Nepal en un relato humano y en primera persona en el que, junto a Kilian, aprendemos y nos adentramos en otra de las caras del deporte, la de la derrota. Porque, como bien saben todos los grandes campeones, para ganar primero hay que haber perdido unas cuantas veces y haber asumido las lecciones de la derrota.
En qué otros proyectos ha estado inmerso
Además de en sus retos deportivos Jornet también puso en marcha los Kilian’s Quest. Se trata de una serie de vídeos a lo largo de varias temporadas que mostraban cómo era la vida de este deportista y su relación con la montaña cuando sólo era conocido dentro del círculo cerrado de las carreras de montaña que disputaba. Fue gracias a la apuesta de uno de sus patrocinadores, Salomon, que hizo que su figura trascendiera hasta ser conocido mundialmente. Mostró sus proyectos y desafíos a lo largo del planeta, algunos de ellos lejos de la competición, dado el dominio que tenía de ésta. Todo empezó con el trazado de largo recorrido GR-20, en Córcega, donde consiguió un récord que años después no ha sido superado. Con la primera temporada, los vídeos ya se convirtieron en virales. Después vinieron el Tahoe Rim Trail, la Transpirenaica, el Klimanjaro, el Monte Olympus. Poco a poco, en los vídeos se fue viendo el lado más humano de Kilian, apareciendo sus principales amigos, con los que comparte carreras, entrenamiento y muchas horas de ocio: Marco de Gasperi, Anton Krupicka, Pablo Vigil o Scott Jurek. En el último vídeo anunció su adiós, que no era tal sino un hasta luego para abordar nuevos proyectos como «Summits of my life».
Esperamos haberos ayudado a conocer más a este personaje, Kilian Jornet, un hombre sin duda con una vida colosal, que el mensaje que trasmite en sus proyectos siempre es el mismo: «Sé tú mismo, persigue tus retos, nunca te aburras, haz todo lo posible para disfrutar de lo que más te gusta, sea lo que sea». Es un mensaje egoísta, sí, pero así son los aventureros, sólo se casan con el deporte y la montaña. Nada más.
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