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Por Daniel Riobóo Buezo 

Un año más llegan los ritos navideños con los niños de San Ildefonso cantando el gordo, los atracones en las cenas familiares y la Nochevieja, pero antes…la carrera de San Silvestre, la gran despedida del año para los atletas y los aficionados a las pruebas populares.

La San Silvestre Vallecana acogió en 2011 en Madrid a treinta y nueve mil corredores.

San Silvestre, el patrón de los atletas populares

Además de los principales maratones del mundo, si hay una carrera que en los últimos años se ha convertido en un clásico del atletismo, es la San Silvestre. Así se conoce a las distintas pruebas que se disputan cada 31 de diciembre. Haciendo un poco de historia, Silvestre I fue el Papa número 33 de la Iglesia Católica (270-335 DC), muy perseguido en su tiempo y  redactor del Credo Niceno, la guía de las creencias del cristianismo en su época. Algunos historiadores le atribuyen también la institución oficial del domingo como Día del Señor para recordar la Resurrección y fue convertido en santo antes de morir, claro, un 31 de diciembre.

Pero, como esto no es un santoral, sigamos con las carreras. La primera San Silvestre, y la más conocida a nivel mundial hasta hace poco, es la de Sao Paulo, que arrancó en 1925 aunque, actualmente, la San Silvestre Vallecana de Madrid la supera en número de participantes y repercusión mediática. Quienes piensen que es la única en España están muy equivocados ya que cada 31 de diciembre se celebran más de 200 carreras, pero la más multitudinaria es, sin duda, la madrileña.

Salida de la San Silvestre Lagunera 2011, en la localidad canaria de San Cristóbal de La Laguna.

La San Silvestre Vallecana, la carrera de los récords

En la carrera madrileña hay dos pruebas, la internacional y la popular. En la primera, que celebra este año su edición número 48, participan algunos de los mejores fondistas del atletismo español y mundial y para poder correrla hay que acreditar un registro en los diez kilómetros sólo al alcance de unos pocos elegidos. Entre los participantes de este año destacan el etíope Tariku Bekele y los españoles Ayad Lamdassem y Chema Martínez mientras, en categoría femenina, Marta Domínguez y Natalia Rodríguez tendrán a la keniana Linet Masai, la etíope Gelete Burka y la portuguesa Jessica Augusto como principales rivales.

La popular es algo más reciente y el próximo día 31 cumplirá 35 años por lo que ya es una madurita interesante, tanto que cuarenta mil corredores la disputarán, un nuevo récord, aunque podrían haber sido muchos más puesto que las inscripciones se agotaron rápidamente. Al igual que en la profesional, en la popular también hay premios para los tres primeros clasificados, tanto en categoría masculina como en la femenina, dónde este año habrá hasta doce mil mujeres, un número que no para de aumentar edición tras edición.

Camisetas de la San Silvestre Vallecana 2012. (Foto de Nike Running Spain).

Ramiro Matamoros, leyenda de la San Silvestre

Si hay un corredor que conoce a la perfección la San Silvestre Vallecana es Ramiro Matamoros, ganador hasta en seis ocasiones de la prueba. Para Ramiro,  vencedor de su primera edición en 1978, la carrera popular «tiene un nivel menor ahora que entonces» aunque considera que «es una fiesta del atletismo y la carrera más bonita que hay en España por el ambiente que se vive en ella».

Ramiro Matamoros fue portada de «El País» al ganar la San Silvestre Vallecana en 1978.

Conocido como el Rey de las populares, Ramiro Matamoros recomienda a los menos experimentados que «vayan al ritmo que han entrenado, que regulen para que no se les atragante el final en cuesta y para que puedan bailar después de las uvas». Querido y respetado por todo el mundo atlético, Ramiro comparte ahora su experiencia con las nuevas generaciones de corredores desde la dirección del club de atletismo Centro Clínico Menorca en San Sebastián de los Reyes.

Pablo Vega, pasión por las carreras populares

Ganador de la San Silvestre Vallecana popular en dos ocasiones (1998 y 2008), Pablo Vega reivindica la carrera «como una auténtica fiesta en la que hay que pasarlo bien por encima de todo» y recomienda que todo el que pueda la corra al menos una vez en la vida». En este sentido, y dado lo masiva que es, Pablo considera que «es casi mejor olvidarse de hacer marca ya que hay demasiada gente que puede entorpecer y es mejor utilizar otras carreras para hacerlo«.

Vencedor de 318 pruebas y atleta versátil donde los haya (corre desde los 800 metros hasta carreras de ultrafondo de 100 km), el espíritu festivo que proclama quedó claro en la carrera de 2008. En ella, Pablo Vega corrió durante toda la prueba ataviado con un gorro navideño, lo que no le impidió ganarla. Eso sí, el año pasado, durante la carrera de Navidad de Cercedilla, el amuleto se le quedó enganchado en una rama de un árbol y finalmente lo perdió, no así la carrera que finalmente consiguió apuntarse.

Pablo Vega, llegando a la meta de la San Silvestre Vallecana popular en 2008.

Un recorrido asequible

La San Silvestre popular tendrá cuatro turnos de salida (17:30, 17:45, 18:00 y 18:15) debido al abultado número de participantes y se organiza por los tiempos acreditados al realizar la inscripción para intentar que cada participante pueda correr a su ritmo. Si no se tiene marca registrada, se saldrá en el último cajón y toca tener paciencia porque al comienzo suelen producirse atascos.

La carrera parte de la calle Concha Espina, junto al estadio Santiago Bernabéu, y recorre el Madrid más turístico para encaminarse por la Avenida Ciudad de Barcelona hacia Vallecas y terminar en el estadio del Rayo Vallecano. El recorrido es muy favorable para los corredores ya que, de los diez kilómetros de los que consta, los ocho primeros son prácticamente en ligera bajada. Eso sí, es recomendable guardar fuerzas para los dos últimos que tienen pendiente desfavorable y se pueden atragantar un poco.
Deporte y fiesta

Si bien muchos atletas disputan la San Silvestre popular para mejorar sus marcas, la gran mayoría de los que corren este día lo hace por pura diversión y el espíritu festivo que preside esta carrera es difícil de encontrar en otra prueba de cualquier lugar del mundo. Así, la carrera es la excusa perfecta para disfrazarse, correr con los amigos y pasar un buen rato mientras se hace un poco de sitio en el estómago antes de la cena de Nochevieja. De hecho, a veces se puede tener la impresión de estar metido de lleno en un carnaval.

En la San Silvestre popular también se compite…para conseguir el disfraz más original.

Aunque las inscripciones para la clásica de Vallecas están ya cerradas, siempre hay otras carreras de San Silvestre en las que se puede participar o se puede acudir a presenciarla y a animar a los amigos participantes, algo que se agradece especialmente en los últimos kilómetros. La San Silvestre ya está aquí y merece la pena vivirla de cerca, así que os animamos a despedir el año corriendo y disfrutando del atletismo en su vertiente más popular. Porque correr también puede ser divertido. Y mucho. 

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