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Por Luis Murillo Arias (@lmurilloarias)

Después de cinco años de crisis y, especialmente los dos últimos, agobiados los españoles por las consignas económicas que nos impone la Unión Europea directamente desde Alemania, el doble enfrentamiento hispano-germano de las semifinales de la Liga de Campeones de este año (Bayern de Múnich-Barcelona y Borussia Dortmund-Real Madrid) trasciende para algunos lo deportivo. Es la lucha de David contra Goliat, del sur pobre contra el norte rico, de la demanda de una apuesta por el crecimiento económico contra la austeridad que nos lleva a un estado terminal. Es evidente que los clubes de fútbol del Real Madrid y el FC Barcelona no son precisamente ejemplos de empresas ahogadas por la crisis y por los recortes inducidos por Angela Merkel, pero sí lo son sus seguidores, sus aficionados que, lejos de encontrar una estabilidad laboral y una economía familiar desahogada hacen suya una máxima cinematográfica: «siempre nos quedará la Champions».

Enfrentamientos del Real Madrid con equipos alemanes

Pese a esta disputa a nivel político y económico, la rivalidad en un campo de fútbol hasta el momento ha transcurrido por los cauces propios de los códigos deportivos. No es la primera vez que el Madrid, por ejemplo, se enfrenta al Borussia Dortmund en Liga de Campeones. Aparte de los enfrentamientos directos de este año durante la liguilla, derrota en Dortmund y empate in extremis en el Bernabéu, es célebre el episodio de la portería del estadio madridista en las semifinales de la temporada 1997-1998. El Madrid empató en Alemania a cero y luego, en el estadio de Chamartín, venció por 2-0, después de que los utilleros tuvieran que traer una portería portátil de la Ciudad Deportiva del Real Madrid para sustituir a la que los Ultra Sur habían tumbado en los prolegómenos del encuentro. Posteriormente, esa misma temporada, el Real Madrid ganaría su séptima Copa de Europa. Ese mismo año, en cuartos de final, el equipo entonces dirigido por Jupp Heynckes había apeado de la competición al Bayer Leverkusen. Precisamente, este equipo se enfrentó el equipo blanco en la final de la Liga de Campeones de 2002, un encuentro disputado en Glasgow y en el que el Real Madrid de Vicente del Bosque venció por 2-1 con goles de Raúl y Zidane, aquel voleón que tantas veces se ha repetido desde entonces.

En los enfrentamientos recientes del Madrid con el otro gran equipo teutón, el Bayern de Múnich, hay que destacar cuatro semifinales de Champions con un cómputo de 2-2. El año pasado el equipo blanco cayó por penaltis en el Bernabéu y en la 2000-2001 los alemanes también se deshicieron del Madrid de los galácticos. No ocurrió lo mismo en el año 2000, cuando los goles de Anelka metieron al conjunto español en la final que posteriormente ganarían al Valencia, ni en 2002, preámbulo de la final ante el Bayer Leverkusen.

Si echamos la vista un poco más atrás, habría que destacar también la final de la Copa de la UEFA que el Madrid de la Quinta del Buitre le ganó al Colonia con un resultado global a doble partido de 5-3 o la famosa final de la Copa de Europa de 1960 en Hampden Park entre el Real Madrid y el Eintracht de Frankfurt (7-3), para algunos, el mejor partido de la historia de este torneo. De los años 80 nos quedan otros recuerdos como la famosa remontada del Madrid al Borussia Mönchengladbach de la copa de la UEFA o el pisotón de Juanito a Lothar Matthäus.

Enfrentamientos del Barcelona con equipos germanos

Los precedentes más cercanos de eliminatorias entre el equipo catalán y el conjunto bávaro del Bayern de Múnich datan de la temporada 2008-2009, el primer año de Guardiola como entrenador de los azulgrana. Eran los cuartos de final y los culés se mostraron intratables endosándole un 4-0 a los alemanes en el Camp Nou. Aquel año, el Barça conseguiría su tercer título de la máxima competición europea. Dieciocho años antes, hay que remarcar otro enfrentamiento ante un equipo alemán, el Kaiserlautern. Todos recordamos aquel gol de José Mari Bakero en los últimos segundos cuando el Barcelona estaba eliminado y perdía por 3-0. Aquel espíritu del pequeño delantero navarro guió al Barça a conseguir su primer título de Copa de Europa meses después en Wembley. Aparte de esto, hay que destacar que el Barcelona venció su primera Recopa de Europa ganando en la final al Fortuna Düsseldorf en el año 1979.

Finales europeas de otros equipos españoles ante teutones

Fuera de Real Madrid y Barcelona, los equipos españoles no han tenido mucha suerte en lo que a finales europeas con equipos alemanes se refiere. En 1974, el Atlético de Madrid con Luis Aragonés en el campo, perdió el partido de repetición de la final de la Copa de Europa ante el Bayern de Múnich por 4-0. Fue la única ocasión en la que los colchoneros llegaron a la final de la máxima competición europea. Catorce años más tarde, en 1988, el Español dirigido por Javier Clemente, tras vencer por 3-0 en el partido de ida, cayó finalmente derrotado por penaltis ante el Bayer Leverkusen, después de que los germanos empataran la eliminatoria con otro 3-0. Las imágenes de los jugadores españoles llorando en el vestuario las tenemos marcadas en nuestras retinas. Y en 2001 el Valencia llegaba a su segunda final de Champions consecutiva. El rival era el Bayern de Múnich, que una vez más apeó del título a un conjunto español. El tiempo reglamentario terminó 1-1 y una vez más los alemanes se llevaron el torneo desde el punto de penalti.

La selección española le tiene tomada la medida a la alemana

Si en los enfrentamientos entre equipos de club, el resultado es parejo, aunque ligeramente favorable a los de Merkel, en los últimos años, justo los correspondientes a la crisis económica, el combinado nacional español le ha ganado la partida a los teutones. En 2008, el famoso gol de Fernando Torres que dio la Eurocopa a la selección dirigida por Luis Aragonés, dejó a los germanos indispuestos y sin título. Dos años después, en el Mundial de Sudáfrica, la selección, ya dirigida por Vicente del Bosque, realizó su mejor partido del campeonato ante Alemania, venciendo gracias al ya legendario testarazo de Carles Puyol. Hasta entonces, nunca antes España había vencido en partido oficial al combinado teutón. Si acaso, habían quedado para el recuerdo algunos golazos como el de Goicoetxea en el Mundial de 1994.

La receta Merkel y la «movilidad exterior»

Aplicando el término de la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, las políticas de encogimiento que se están llevando a cabo en nuesto país por imposición germánica, están reduciendo el poder adquisitivo de los españoles a la vez que minan la confianza para cobrar a final de mes después del trabajo realizado. Ello está provocando que muchos jóvenes españoles hayan tenido que emigrar para buscarse las habichuelas. El fútbol no es una excepción y hemos comprobado cómo algunos se lanzan a hacer las Américas o prueban suerte en países exóticos como Qatar, pero siempre queda el ya genuino ‘Vente a Alemania, Pepe», a lo que nosotros añadiríamos: «que aquí sí que te pagan». Si en los 60 eran los obreros y jornaleros los que emigraban a Alemania, ahora se trata de los profesionales cualificados. Podríamos considerar a los futbolistas como pie de obra cualificado y son seis los españoles que juega en la Bundesliga: Javi Martínez en el Bayern de Múnich, Álvaro Domínguez en el Borussia Mönchengladbach, Dani Carvajal en el Bayer Leverkusen, Joselu en el Hoffenheim, Ezequiel Calvente en el Friburgo y Juanan en el Fortuna Dusseldorf.

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